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TEORIA DE LA CIENCIA EN KANT: DE LA METAFISICA A LA HISTORIA
PLANTEAMIENTO DEL TRABAJO
Para dilucidar esta cuestión, sobre cuyo interés no es necesario llamar Ia atención, es preciso comenzar diferenciando dos tradiciones de pensamiento a propósito de Ia teoría de las ideas que confluyen en Kant. Estas dos tradiciones (con sus correspondientes programas de investigación) están perfectamente diferenciadas por Popper al distinguir entre Ia teoría del cubo y Ia teoría del reflector1. En una y otra teoría las hipótesis del programa de investigación acerca del ámbito de Ia teoría de las ideas pueden diferenciarse y especificarse claramente. Los autores que Kant tiene in mente y con los que discute explícitamente en Ia Critica de Ia razón pura son Hume y Leibniz2, En el primer caso Ia hipótesis dominante es Ia de Ia génesis de las ideas a partir de Io empírico; y en el segundo Ia naturaleza «productora» del entendimiento. El problema,
1 K. B. Popper, Conocimiento objetivo, trad. C. Solls Santos (Tecnos, Madrid 1974) pp. 307-25. La utilización de esta expresión de Popper («teoría del cubo» / «teoría del reflector») en este contexto no es debida a ningún intento de concesión a Ia coyuntura. Popper es quien ha replanteado de una forma rigurosa y con buen conocimiento de Ia historia algunos de los problemas que voy a tratar en este artículo. Considerando Ia filosofía de Popper no como una simple metodología que tiene en su base una ontologia más o menos concienciada, sino como una teoría de Ia ciencia en el sentido alemán del término (no está demás recordar que Popper está ligado fundamentalmente a Ia tradición alemana de pensamiento y no a Ia anglosajona) tenemos entonces que su teoría del tercer mundo no es un «accidente» en el conjunto de su metodología de Ia ciencia, sino el núcleo mismo desde el que mejor se hace comprensible toda su filosofía. Esto sentado nos encontramos entonces con que el racionalismo crítico de Popper está replanteando una serie de problemas claramente formulados en Kant y evidentemente no superados, entre otras cosas porque no es que queden marginados por el hegelianismo y posthegelianismo, sino que se innsertan en Ia más palpitante actualidad y no pueden ser considerados como superados históricamente. El racionalismo crítico de Popper, Ia hermenéutica de Gadamer y el marxismo son tres programas de investigación que ocupan las primeras Hneas en Ia amplia y variada actualidad filosófica. Y Ia problemática que estas tres tradiciones discuten no es ajena a los planteamientos kantianos. Con ello no quiero afirmar que no hay nada nuevo bajo el sol, sino simplemente que una relectura de Kant puede sernos muy provechosa. 2 El texto fundamental en el que se enfrenta con Leibniz es en el Apéndice a Ia analítica de los principios (K. r. V., B 316-349 y A 260-92; II, 25-44); mientras que con Hume Io hace fundamentalmente en Ia segunda analogía de Ia experiencia (K. r. V., B 232-56 y A 190-211; I, 323-38). Un estudio y exégesis detenido de estos dos textos nos sitúan en el núcleo de Ia solución kantiana a los problemas planteados en su momento.
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