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C R H O N I C A
por A. ARIÑO ALAFONT
Aspira SALMANTICENSIS en esta su sección de Crònica a hacerse eco llanamente de todo el movimiento cultural y científico de Ia Pontificia Universidad Eclesiástica de Salamanca, siendo el portavoz que lleve a todos sus lectores noticia de las actividades docentes y de investigación que aquí radican. Por fuerza habrá de ser el cronista —al menos por esta vez— breve y conciso en su relación, sin menoscabo no obstante de que el esbozo informativo que quiere aquí ofrecer sea exacto y completo dentro de Io posible. Para dejar constancia de los hechos más importantes y acontecimientos académicos y de expansión cultural desde Ia restauración de Ia Universidad hasta Ia hora presente será preciso ir espigando en los trece años escolares que preceden al actual, en breve recorrido. Va por el tercer lustro de existencia. Desean estas crónicas hacerse eco también de Ia aportación científica de los antiguos alumnos de esta Universidad al campo variado del estudio y de Ia investigación. Resulta siempre grato seguir y acompañar con Ia mirada atenta el curso que ha seguido el crecer de una semilla que encontró aquí surco abierto. Por eso rogamos con encarecimiento a cuantos han pasado por sus vetustas aulas se sirvan darnos cuenta por menudo de sus actividades literarias desde su puesto actual de trabajo, para ofrecer sus resultados desde aquí, creando de este modo Ia Revista otro punto de contacto y de unión entre ellos mismos y de éstos con Ia Universidad.
I. RESTAURACIÓN DE LA UNIVERSIDAD. LOS TRECE PRIMEROS CURSOS
Al tiempo de poner en práctica Ia nueva ordenación de los estudios superiores eclesiásticos a tenor de Ia Constitución Apostólica Deus scientiarum Dominus est (12 jun. 1931) no se encontraba España en las mejores condiciones y circunstancias para afrontar un cambio tan notabie en los centros de formación eclesiástica. Fué preciso esperar el momento oportuno. Este no se hizo mucho de esperar. Terminada Ia Cruzada de Liberación (1939), y cambiadas las circunstancias de Ia nación se pensó muy pronto en restaurar Ia Pontificia Universidad Eclesiástica de Salamanca. El nombre del entonces Obispo de Salamanca y hoy Primado de España Emmo. Sr. Cardenal PIa y Deniel irá estrechamente vinculado a esta restauración. No omitiremos que esta obra encontró el apoyo y Ia simpatía de muchos. La tradición universitaria de Salamanca Io exigía así. Los trabajos de preparación llegaron pronto a su madurez. El decreto de erección dado por Ia sagrada Congregación de Seminarios y Universidades de Estudios lleva fecha de venticinco de septiembre del año 1940. El día seis de noviembre de ese mismo año comienza el curso académico universitario 1940-1941 con las nuevas Facultades de sagrada Teología y Derecho Canónico, que aspiran a empalmar con las gloriosas Facultades del siglo XVI. El número de alumnos matriculados ese primer curso de vida de Ia Universidad fué de treinta y uno, de los cuales diecinueve corresponden a Ia Facultad de Teología, y doce a Ia de Derecho Canónico. El profesorado fué escogido de entre las filas del clero secular y religioso, dando entrada también a alguna figura destacada del campo seglar. Con esto Ia enseñanza en Ia Universidad queda desligada de todo sistema determinado y de toda escuela partidista. Venerando a Santo Tomás como Doctor
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