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Cairnina Burana: Selección y traducción
INTRODUCCIÓN
He aquí una versión castellana de un selecto elenco de poemas de los Carmina Burana, la más famosa colección de poesía lírica de la Edad Media. Sirvan estas líneas de presentación al lector profano; los latinistas, más o menos expertos, tendrán ya sobradas noticias sobre estos poemas; en efecto, Carl Orff, al ponerles música, los puso de moda en ambientes musicales allende los límites de lo meramente literario. Por otra parte poco ha se han realizado en España ediciones y versiones brillantes, como en 1995 la de la BAC a cargo de Marcos Casquero-Oroz Reta, y más recientemente la de Enrique Cartelle en la editorial Akal. En tales obras hallará el estudioso gran aparato erudito y bibliográfico, a lo que aquí expresamente renuncio para no espantar al posible lector. Estamos ante los más afamados poemas medievales, que rompen los esquemas salobres a quienes poseen una lóbrega y oscura idea sobre la Edad Media, como si el hombre medieval no supiera divertirse. Estos poemas cantan el amor, la fiesta, la primavera, la amada, el vino y la taberna. Hay situaciones jocosas y paródicas, abunda la sátira mordaz y merodea la burla y la ironía. Todo ello en un lenguaje de sintaxis simple y de caudal léxico casi transparente como el de un límpido río. Pero además dejándose llevar, como es lógico, del oleaje aromático de la tradición de la poesía erótica antigua con ciertas concesiones a Ovidio y Catulo. Hay también alusiones bíblicas, pero casi siempre son de tono burlón para criticar la simonía, la avaricia de los clérigos o la decadencia de las instituciones eclesiásticas y de las autoridades de la época. No es el momento, repito, de entrar en una críptica carga erudita, para no ahuyentar, como digo, al profano en
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