|
Evolución eo el arte declamatoria
Aunque no parece entrar en las intenciones de Filóstrato hacer una historia de Ia Segunda Sofística, ni, por supuesto, marcar líneas de evolución en el arte de los declamadores cuyas biografías constituyen su obra Vidas de los sofistas, no parece ocioso pensar que, en los casi dos siglos abarcados por el libro, Ia literatura oratoria ha experimentado novedades. TaI vez, considerando algunas observaciones de Ia colección biográfica, se puedan percibir, reflejadas en ella, ciertas variaciones en los modos literarios de los sofistas. Como suele, el autor rehuye los términos precisos que podrían dar a su libro aparente intención escolar, omite las precisiones cronológicas y cualquier comentario destinado a evidenciar tendencias consistentes. Hay que contar también con el tono ensayístico de sus opiniones, recordar que juzga a sus colegas de profesión, naturalmente, con arreglo a sus criterios, y que pone en el baremo de su estimación elementos que no pertenecen al texto literario, como Ia habilidad en Ia improvisación oratoria, Ia calidad de los recursos auxiliares de Ia realización oral (voz, gesto, atuendo, dotes de actor) o circunstancias personales como Ia familia, Ia riqueza o Ia consideración social. Precisamente en Ia biografía del personaje que inicia Ia serie de componentes del nuevo movimiento sofístico, Nicetes de Esmirna, hay algún dato utilizable como indicio de Ia evolución inevitable del género oratorio. Nicetes, dice Filóstrato1, «se aparta de Ia antigua oratoria política». Es un modo de decir «elocuencia clásica ática». El sofista de
1 Vidas, 1, 19, 511.
|