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LA HIPÓTESIS MÁS RAZONABLE
DLUX)GO CON MMANUEL KANT Y EDFTH STEIN SOBRE LA POSIBIUDAD DE FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DE LA METAFÍSICA
A menudo da Ia impresión de que vivimos en una sociedad desesperanzada. Desde luego, no se puede generalizar esta enmienda a Ia totalidad de sus miembros: muchos hemos encontrado en personas y grupos concretos signos inequívocos de esperanza profunda y fructífera. Pero no se puede decir Io mismo de Ia sociedad tomada en su conjunto. ¿Qué se espera? Muy probablemente, que Ia vida prosiga sin sobresaltos y con Ia mayor seguridad (física, económica, afectiva...) posible. Algunos buscan intencionadamente Io novedoso, Io exótico, y para ello se dirigen a Ia agencia de viajes o solicitan una beca Sócrates: aventuras bajo control. Pero Ia aventura radical, Ia del espíritu humano en búsqueda de Ia verdad, Ia apuesta espiritual, ésa... queda fuera del horizonte. El resultado es una cultura —Ia española o Ia europea, Ia del global village en definitiva— cada vez más eficiente, avanzada en muchos aspectos, pero a Ia vez desalentadoramente pobre precisamente en aquello que constituye Ia mayor riqueza humana: Ia experiencia compartida de Io verdadero, de Io bueno y de Io bello. La fragmentación de Ia verdad en opiniones y Ia escasa disposición a remontarse a Ia raíz de las mismas ha traído consigo Ia perspectivización del bien y Ia banalización de Ia belleza. Con Ia crisis de fe en las posibilidades radicales de Ia razón ha desfallecido Ia esperanza: ¿qué podemos esperar, si no parece haber motivos para esperar nada? La comunicabilidad de dichos motivos está en relación directa con Ia posibilidad de reconducirlos al ámbito de su donación de sentido, a experiencias humanas intersubjetivas y válidas. Y Ia justificación de Ia validez de una experiencia nos remite necesariamente, de nuevo, al ámbito global de Ia racionalidad. Sin duda alguna, el fundamento trascendente de Ia fe sobrenatural constituye esencialmente Ia pretensión más ambiciosa de conocimiento. En ese sentido,
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