|
ACTOS DE VOLUNTAD Y ACCIONES VOLUNTAmAS. UNA APROXIMACIÓN WITTGENSTENL\NA
El propósito de este trabajo es fundamentalmente crítico. No voy, por tanto, a intentar ofrecer un tratamiento sistemático de qué sea Ia voluntad humana. Voy a tratar de ofrecer, siguiendo el pensamiento de Wittgenstein, algunos argumentos en contra de una idea que, aun siendo un tanto genérica y borrosa, con contornos poco claros, está bastante extendida en algunos ambientes filosóficos. Caracterizada muy esquemáticamente, Ia idea que es blanco de mis críticas puede enunciarse así. DeI mismo modo que en el hombre existe un principio operativo —que es el pensamiento— cuya operación específica es pensar, existe otro principio operativo, simétrico al anterior, -que es Ia voluntad-, cuya operación específica es querer. Pensar y querer son los actos espirituales del hombre, irreductibles entre sí y de los que todo ser humano adulto tiene experiencia personal. Todo hombre puede distinguir si está pensando en comprar un coche o si quiere comprar uno. Pensar y querer constituyen experiencias psicológicas distintas. Como escribe W. James, «anhelar, desear, querer son estados de Ia mente que todo el mundo conoce y que ninguna definición puede hacer más claros»1. En esta perspectiva, Ia diferencia entre una acción voluntaria y una involuntaria o entre hacer algo adrede y sin querer, vendría dada por el querer. Una acción es voluntaría cuando se quiere nacerla y no Io es, cuando no se quiere. La diferencia estriba, pues, en Ia ocurrencia del querer, del acto de voluntad o volición; o, como a veces se dice, tal diferencia vendría dada por el consentimiento de Ia voluntad. Si el consentimiento es pleno, Ia acción es voluntaria, si no hay consentimiento, Ia acción es involuntaria y si hay dudas sobre Ia realización del consentimiento, Ia acción es dudosamente voluntaria. Como es bien sabido, Descartes incluye las volontés entre las pensées, caracterizadas por su inmediata autoconciencia, porque, como mantiene tanto en Ia Respuestas a las terceras objeciones2 como en Las pasiones del alma, «es cierto que no podríamos querer algo, sin que apercibiéramos por el mismo
1 Press, 2 Adam James, W., Principles of Psycho/ogy en The Works of W. James, Harvard University Cambridge Mass. 1981, t. VIII/2, p. 1098. Cfr. Descartes, R., Respuestas a ¡as terceras objeciones en Oeuures de Descartes, ed. de y Tannery, J. Vrin. t. VH. París 1964. p. 181.
|