|
BOLETINES BIBLIOGRÁFICOS
EL ESTADO DE LA INVESTIGACIÓN EN HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ESPAÑOLA: SITUACIÓN ACTUAL DE LA HISTORIOGRAFÍA
1. ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN Y EL "CORPUS" DE LA HlSTORIA DE LA FlLOSOFÍA ESPAÑOLA
La obra de Menéndez Pelayo no cayó en el vacío. Aunque fue muy discutido en vida, y después de su muerte los diversos intentos de apropiación política de su obra provocaron reacciones contradictorias y apasionadas, Ia, trascendencia de su labor es hoy prácticamente admitida por todos. La serenidad —difícil, porque el mismo apasionamiento de Menéndez Pelayo impedía una consideración objetiva— se va ya imponiendo, con el reconocimiento expHcito de Io que Ia actual investigación debe a su esfuerzo. Quizá Ia descripción que hace Guillermo Fraile nos sirva de resumen del universal reconocimiento con que hoy se acata su figura: "La obra —dice— realmente colosal, equivalente, como dijo Farinelli, a Ia que habrían podido realizar 'diez academias juntas', revistió por esta misma razón una tonalidad nacional. Significaba una autodefensa de Ia historia de España, pero hablando, no con hueca retórica de juegos florales, sino con aportaciones macizas y compactas de datos, hechos, personas con nombres propios y con obras escritas o realizadas. Con razón pudo decir Valera que 'antes de Menéndez Pebyo los españoles nos ignorábamos'. Dámaso Alonso ha escrito: 'No había historia de ki literatura, y de un golpe, generosamente, gallardamente, genialmente, con erudición asombrosa..., Menéndez Peb.yo creó, sencUlamente creó, Ia historia de nuestra literatura : pobló un espacio inmenso de \a. cultura españote, antes casi desierto' " *. Las mismas palabras podrian repetirse textualmente de Ia historia de nuestra filosofía. Sin embargo, el mismo Menéndez Pekyo, todavía en vida, se quejaba de Ia conspiración de silencio en torno a su obra; Ie decía a Laverde: "Los krausistas, periodistas y demás aUmañas han recurrido a ki estrategia del silencio, y todavía ninguno de eUos ha roto \& consigna. Los amigos se caUan también, quizá porque he dicho o procurado decir Ia verdad a todos. Poco importa" 2. Después de su muerte, el intento de apropiación política, sobre todo desde 1926, volvió a provocar una era de silencio entre las izquierdas. "Años y años —dice Fraile— ha perdurado Ia conjuración del silencio para con una de las labores más gigantescas que jamás se han reaUzado dentro ni fuera de España". Al final de su vida, reconoce que su labor ha producido efecto en determinados medios. Hay numerosos discípulos que se han inspirado en él o que pretenden con1
G. Fraile, Historia de Ia Filosofía Española, II, 180-81.
J
nud., 181.
13
|