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SUCESION APOSTOLICA SEGUN EL NUEVO TESTAMENTO
Desde Moisés, los Profetas y los Rabinos de las grandes escuelas en el Judaismo; desde Alejandro, los Filósofos griegos y los Emperadores romanos en el mundo pagano, se ha venido considerando que los grandes hombres debían tener y tenían sucesores en Ia tierra l. También en el Cristianismo ha surgido un sentido y una teología de Ia Sucesión apostólica, que ha ido enriqueciéndose y diversificándose a Io largo de los siglos. En las líneas que siguen, deseamos explicitar, con sentido histórico y teológico a Ia vez, los primeros pasos de esa teología. Nos preguntamos por el problema de Ia Sucesión apostólica según el Nuevo Testamento. La tradición de las distintas Iglesias, las constituciones eclesiásticas hoy día en vigor, Ia misma problemática de los ministerios en un momento de replanteamiento «ad intra» y «ad extra», toda esa problemática será trasfondo nunca olvidado y justificación del interés de nuestro estudio. Porque niigun autor cristiano, antiguo o moderno, ha dejado de referirse al Nuevo Testamento cuando ha hablado de los ministerios en Ia Iglesia. Y no creo que ninguno de ellos haya ido al texto bíblico con el mero intento de «encontrar etiquetas» para su propio pensamiento, sino que todos Io han consultado de modo inteligente y responsable, por más que las respuestas encontradas no coincidan al cien por cien entre sí. Por eso el exegeta se alegra de que su campo haya sido desbrozado por tantas manos, pero siente Ia responsabilidad de
1. A. M. Javierre, El tema literario de Ia sucesión en el judaismo, helenismo y cristianismo primitivo (Zürich 1963).
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