|
Repeticiones verbales en Ia Nemea Séptima
Una de las primeras cosas que llaman Ia atención del lector de Píndaro es Ia repetición verbal (en sentido estricto y lato) gustosamente ostentada. Abundan, superabundan los ejemplos de Ia palabra que viene y va y pasa a través de Ia oda. Acaso, y con toda seguridad, veces hay en que Ia repetición se debe al azar y el poeta, sin saberlo, incurre en una reiteración tan fortuita como, en ocasiones, amena, pues los autores griegos no escrupulizan en repetir una misma palabra tanto como los modernos. Pero Ia simple inspección de Ia cuantiosa nómina de ocurrencias y de sus condiciones nos indica que, en otros muchos casos, esconden seguramente un sentido, conforme al designio del autor. Este hecho, ni vago ni discutible, nos invita a fruncir el ceño de Ia atención para hacernos cargo de Io que el fenómeno significa. Hubo un tiempo, en Ia historia del pindarismo, lleno de curiosidad por este tema. La obra de Friedrich Mezger, que ahora casi un siglo salió de molde 1, y los comentarios de J. B. Bury a ístmicas y Nemeas 2 incorporan visiblemente una erudición dedicada a cazar repeticiones verbales en Píndaro. Sobre todo en Mezger, que tuvo cátedra de autoridad en estas materias, aún hay, dígase Io que se diga, observaciones notablemente sutiles y exactas, mientras que en el comento de Bury se mezclan más, en este punto, los argumentos justos y discretos con los frivolos y audaces, y hasta con los pintorescos y desbaratados. No quitamos importancia a estas obras, sino que, y a causa de adherir
1 Pindars Siegeslieder (Leipzig 1880) 2 The Nemean Odes of Pindar; The Isthmian Odes of Pindar (LondresNueva York 1890 y 1892; repr. Amsterdam 1965).
|