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Salmanticensis 60 (2013) 533-543
¿Por qué sobrevivió el cristianismo en el mundo antiguo? Una cuestión de futuro1
Gaspar Hernández Peludo
Facultad de Teología UPSA
Cuando el Sr. Decano de la Facultad de Teología me invitó a tener el discurso de graduación de las tres facultades “eclesiásticas” de la Universidad Pontificia de Salamanca me pregunté inmediatamente: ¿no habría algún tema que “hiciera de puente” y pudiera conducirnos a todos “versus unum” y, de esta forma, poner en acto, aunque fuera en mínima medida, la vocación de esta universidad, inscrita en su propio nombre? Pensé entonces en reflexionar sobre una cuestión que se viene planteando desde hace ya mucho tiempo entre los historiadores y teólogos: ¿Por qué sobrevivió el cristianismo en el mundo antiguo? Precisamente este es el título de una pequeña obra – traducida recientemente al español – del profesor Christoph Markschies, de la universidad de Berlín2, que es sólo un ejemplo de
1 Discurso pronunciado en el Acto de graduación de las facultades de teología, filosofía y humanidades, y derecho canónico de la Universidad Pontificia de Salamanca el 1 de junio de 2013. Se ha mantenido, en lo posible dentro de una revista científica como esta, el estilo directo del mismo añadiéndole las referencias bibliográficas pertinentes. 2 Cf. Ch. Markschies, ¿Por qué sobrevivió el cristianismo en el mundo antiguo? Contribución al diálogo entre la historia eclesiástica y la teología sistemática, Salamanca 2009 (orig. alemán: Warum hat das Christentum in der Antike überlebt?, Leipzig 2006, 3. Auflage). Esta obra desarrolla las intuiciones apuntadas en la conclusión de otra anterior del mismo autor cf. Íd., Estructuras del mundo antiguo. Un viaje entre dos mundos, Madrid 2001. El original alemán (Frankfurt a. M. 1997) tiene como título el subtítulo español Zwischen den Welten wandern expresando la tesis fundamental de la obra según la cual el cristianismo en el mundo antiguo fue un puente entre dos mundos, el rural y el urbano, este mundo y la vida eterna, en alusión a una citación de san Agustín, Sermo 344,4 – que recuerda las afirmaciones de Ad Diognetum VI – según la cual los cristianos “amaban en verdad esta vida pero supieron valorar y pensaron que cuánto más
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