|
EN EL TIEMPO DE DIOS
El tiempo presente y el tiempo pasado Están quizá presentes los dos en el tiempo futuro, Y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado. Si todo tiempo es eternamente presente Todo tiempo es irredimible, Lo que podía haber sido es una abstracción Que queda como perpetua posibilidad Sólo en un mundo de especulación. Lo que podía haber sido y Io que ha sido
Apuntan a un final que está presente '
Así ha escrito un renombrado poeta del siglo xx, que ha heredado, como sus contemporáneos, Ia despierta conciencia del tiempo como una dimensión en Ia comprensión que el hombre tiene del universo, de Ia raza humana y de su propio yo. Con cuánta frecuencia John Henry Newman habló del tiempo: el tiempo como necesario para el desarrollo de las ideas; el tiempo como Ia prueba de Ia verdad; el tiempo como vengador de todos los errores; y, sobre todo, el tiempo que da ocasión al cumplimiento de Ia voluntad de Dios y manifiesta su Providencia —una Providencia que es no solamente universal, sino también individual. No fue fácil para él aprender esta lección. En un sermón sobre «The Early Years of David» señalaba «qué difícil es para aquéllos que saben que tienen dones adecuados a las necesidades de Ia Iglesia, contenerse hasta que Dios disponga el camino para su utilización» 2 .
1 T. S. Eliot, 'Four Quartets' (Burnt Norton), Collected Poems 19091962, London 1963, p. 189. 2 Parochial and Plain Sermons (en adelante, PPS), I I I , p. 53. Todas las referencias son tomadas de las ediciones estándar de Longman.
|