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Un precursor del humanismo peninsular: Felipe de Malla
Bueno será aprovechar Ia oportunidad que me brinda este merecidísimo homenaje al prof. Dr. José Guillén para presentar Ia figura de un capitular de Ia Catedral de Barcelona que en su tiempo fue una avanzada peninsular del humanismo en una tendencia que no llegó a cuajar, al menos en Ia dirección exacta en que se insinuó, por falta de discípulos y seguidores, Io cual debe achacarse a que chocó seguramente con el mundo, tanto cortesano como intelectual que Ie rodeaba, poco propenso, como veremos, a dar a las humanidades un papel tan central en el pensamiento teológico como el que proponía Felipe de Malla1 (circa 1375-1432), personaje al que nos referimos, nacido de una noble familia barcelonesa procedente en alguna de sus ramas de Ia levítica ciudad de Vic. Tras estudiar en Barcelona los rudimentos de Ia carrera sacerdotal, muy pronto se traslada a París, cosa infrecuente en aquellos tiempos, donde primero estudia, y luego ejerce de profesor, siempre amparado por Pedro de Luna, el futuro Benedicto XIII1 que encontró en Ia familia de los Malla un buen valedor en tierras de Ia corona de Aragón. Felipe de Malla fue secretario de cartas reales en Ia corte del último rey de Ia dinastía catalanoaragonesa Martín I el Humano. Luego fue diputado en las Cortes de Tortosa y de Alcañiz que prepararon el compromiso de Caspe, y los dos primeros reyes de Ia nueva dinastía de Antequera que reinaron en el
1 La figura y Ia obra de Felipe de Malla no ha sido estudiada y expuesta a fondo hasta ahora mismo: Martín de Riquer, Historia de te Literatura Catalana 111 (Barcelona 1964) pp. 387-425, y principalmente Josep Perarnau, FeJip de MaIUi. Correspondencia politica (Barcelona 1978), Esta obra contiene exhaustivamente toda Ia bibliografía referente a este autor.
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