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NOTA BIBLIOGRÁFICA
Salmanticensis 65 (2018) 139-152
Una lectura profunda de un libro interminable. El comentario a Job de Víctor Morla1
Víctor Herrero de Miguel
Manuel Altolaguirre, uno de los más grandes poetas menores de la lengua castellana, nos regaló esta intuición acerca de la poesía:
La poesía salva no solamente al que la expresa, sino a todos cuantos la leen y recrean. Tiene más espíritu el buen lector que el buen escritor, porque el primero abarca mayores horizontes. Aún no he llegado a ser un buen lector de mi poesía. Aún no he logrado sentir todo lo que espero haber dicho.
Si bajo esta confesión estética late una verdad, la obra que presentamos es una encarnación perfecta de cómo el buen lector de poesía nos trae –a través de su paciente y delicada entrega, de su saber recibir y comunicar–, de una manera extrañamente opaca y al tiempo luminosa, la salvación: el que lee y transforma en existencia propia todo cuanto el poeta ha dicho conduce a la obra (y a la vida) hasta su plenitud.
Que Víctor Morla es un fino lector de poesía lo venimos sabiendo desde hace muchos años. Ahí están sus lecturas, volcadas en forma de comentarios y traducciones, de muchas de las páginas poéticas más sublimes de la Biblia Hebrea. Ahí está también su ingente labor lectora que sostiene el Diccionario Bíblico Hebreo-Español, que, a pesar de que suela ser citado como obra exclusiva de Luis Alonso Schökel, sabemos bien en qué medida se cimienta sobre la extensa e importante labor que Morla dejó en sus páginas. No estamos, pues, ante el descubrimiento de un
1 Víctor Morla, Libro de Job. Recóndita armonía, Estella 2017, 1552 p.
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