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REDC 58 (2001) 129-171
INTENTO DE UNIFICACIÓN DE LAS UNIVERSIDADES SALMANTINAS (1952-1954)
La historia de las relaciones entre Ia Iglesia y el Estado español durante Ia dictadura del general Franco está en gran parte por hacer, y en muchos de sus períodos por corregir Ia ya elaborada. La aparición de los documentos originales y Ia apertura progresiva de los archivos van indicando que muchas historias tienen que revisarse, El viejo esquema del «do ut des», tan recurrido y simplista como manoseado por unos y por otros, en especial para esclarecer las relaciones en las primeras décadas del régimen, va volviéndose, según avanzan las investigaciones, insuficiente y, en muchos casos, erróneo. Ni Ia Iglesia era un bloque de intereses, dispuesta a pactar a cualquier precio, incluso con Ia renuncia a valores, principios fundamentales y referencias consuetudinarias, ni el Estado fue siempre el mismo ni necesitó siempre de los mismos apoyos. En este sentido, se pretende echar sobre Ia mesa documentos aún desconocidos que contribuirán a aclarar una de esas situaciones privilegiadas en las relaciones Iglesia-Estado, entre otras muchas, en esos años. El ámbito de Ia educación es además en esas relaciones uno de los más significados, y el de Ia nueva Universidad eclesiástica aún Io es más por Io que tenía de novedad tanto para Ia Iglesia como para el Estado. Se conocen otros momentos delicados que merecerían ser estudiados minuciosamente, como, por ejemplo, todo Io que rodeó y supuso Ia restauración de los estudios universitarios con Ia Universidad Pontificia de Salamanca, aunque quedarán para otro momento. En este caso se estudia un hecho del que hay algunas versiones, no siempre fieles a Io acontecido, pero desconocido a Ia vista de Ia documentación que aportamos, cual es el intento de unificación de las universidades salmantinas en los años 1952 y 1953. Esta documentación es Ia siguiente: — Correspondencia varia entre Barbado Viejo, Canciller de Ia Universidad Pontificia de Salamanca y Obispo de Salamanca; PIa y Deniel, Cardenal Arzobispo de Toledo y verdadero artífice de Ia restauración de esta Universidad; Joaquín Ruiz Giménez, entonces Ministro de Educación Nacional, y el
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