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Reseña bibliográfica
José Guillen Cabañero, Teología de Cicerón, Salamanca (Universidad Pontificia) 1999, 572 pp. Vuelve a sorprendernos el profesor Guillen con una nueva obra de contenido ciceroniano, que se añade a las ya clásicas Héroe de Ia Libertad o Vrbs Roma, cuyo cuarto volumen aparecerá próximamente. Este «estudiante octogenario», como él mismo se define en una carta que principia Ia obra y que va dirigida al propio Cicerón, demuestra un conocimiento agudo y profundo del autor en todas sus dimensiones: vital, política o literaria. Este estudio aborda el sentido teológico y antropológico que subyace en las obras del arpinate siguiendo un plan metódico y bien organizado. En primer lugar, y a modo de introducción, acerca al lector a Ia situación religiosa del siglo i a. C., abordando las vivencias religiosas del propio Cicerón y de los autores coetáneos. Sigue un análisis de los tratados filosóficos, que informan, en gran parte, su itinerario espiritual. Este estudio es sumamente importante, ya que, de hecho, se aprecia una puesta en práctica del conjunto filosófico en el pensamiento moral que late en toda actividad política y que pretende una regeneración de Ia sociedad romana del momento. Los capítulos I, II, III y IV son un verdadero estudio de Ia antropología ciceroniana, que se basa, fundamentalmente, en Ia constatación de que el hombre es un ser producto de Ia creación divina, compuesto por un cuerpo perecedero y un alma inmortal, cuyas relaciones han planteado problemas e hipótesis diversas, con una vida más allá de Ia muerte. Es, precisamente, el elemento substancial del cuerpo, el alma, a Ia que Cicerón dedica mucha mayor atención. La define como espiritual e inmortal, basándose en dos tipos de argumentos: los naturales (argumento de autoridad de los antiguos, consentimiento universal y preocupación inherente al hombre sobre Io que suceda tras Ia
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