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MISCELÁNEA
Congreso de Ia Agrupación AJemana de FüoJogía Clásica
Stuttgart, 20 al 23 de mayo de 1959 Stuttgart, capital del Estado de Baden-Württemberg, ciudad exponente del brillante resurgir alemán de Ia posguerra, centro del progreso técnico de Alemania, ha servido de clima espiritual a Ia reunión de 311 miembros oficiales de Ia Agrupación Alemana de Filología Clásica. Profesores de Universidad, de Gimnasios, miembros de Ia Academia de Ciencias de Berlín, conocidos filólogos de Inglaterra, Francia. Suiza y Austria, han hecho un acto de afirmación vigorosa de que Ia Europa central renace a los mejores tiempos de su tradición humanística. El esfuerzo por una ciencia y enseñanza, que son el íundamento de los rasgos más definidos del rostro de Europa, toma interés nuevo al tratar de esclarecer diversas cuestiones actuales en Ia investigación del mundo griego y romano. Esta investigación y revalorización del pasado clásico es hoy más urgente que nunca, ya que por una parte los pavorosos inventos de las ciencias de Ia naturaÍeza abren nuevos caminos a Ia hybris humana, y por otra Ia lucha entre Ia libertad del espíritu y Ia esclavitud, que hoy atenaza el mundo, parece encontrarse en plena marcha. Lograr nuevas fuerzas rectoras del espíritu humano es el intento del Congreso de Stuttgart. Dia 20 de mayo.—La perfecta organización y vitalidad del Congreso, abierto además a los no especialistas, fue Ia negación de los prejuicios de cuantos ven en Ia Filología Clásica algo anticuado, anacrónico. El Presidente del Congreso, Dr. Erich Haag (Tubinga)> acentuó una vez más, después del clásico saludo: ¡Chairete, o philoi!, Ia esencia inconmovible de Ia cultura de Europa. La tradición es madre de Ia actualidad, que descansa en el mundo espiritual de Grecia y Roma a través del Cristianismo, Esta enseña a dominar los medios de Ia técnica. La esencia de Occidente estriba en dicha tradición y no es posible renunciar a ella, sino a costa de perder nuestra propia fisonomía histórica. La escuela técnica especializada encierra el peligro de olvidar Io humano. La Antigüedad debe ayudar al hombre de Ia técnica a encontrar su puesto en el mundo de los valores humanos. Nuestro tiempo, que se denomina época social, debe saber que Io social es un probÍema del espíritu, y éste tiene conquistas definidas en Io clásico. Los filólogos están obligados a suministrar a Ia juventud ese precioso tesoro, para que entren nuevamente armados a esa tarea de Ia cultura. El Ministro de Cultura, Dr. Gerhard Storz, habló en su saludo de bienvenida sobre Ia preocupación acerca de un nuevo tipo de escuela, que tiene
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