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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 11-32. Reflexiones críticas sobre el voluntariado [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 11-32. Reflexiones críticas sobre el voluntariado

Cabezas González, Marcos

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 33-46. Atención personalizada en la universidad En relación con estos niveles De Ketele (1995, 93-95) señala los siguientes facilitadores de la formación en la universidad: a) El impacto de los contextos de formación La organización del espacio juega un rol importante en los comportamientos sociales y en su percepción. (Por ejemplo, la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica de Lovaina. Todo se encuentra alrededor de la biblioteca. La organización espacial induce comportamientos diferentes que en aquellas facultades donde la biblioteca, los espacios para la investigación y las clases están en edificios diferentes). Nos podemos preguntar si, a largo plazo, la elección de dispositivos y métodos pedagógicos no dejan huellas más durables que los contenidos propiamente dichos. b) El rol de la confrontación de representaciones Es importante confrontar diferentes representaciones a las representaciones de otras sociedades o de otros ámbitos. Analizar el dónde, el cuándo y el por qué. Las teorías de la construcción de la persona ponen en relieve el complejo rol de los procesos de identificación, de distanciamiento y de diferenciación. c) La importancia de las actividades de análisis y de evaluación Las actividades de análisis no tienen interés si ellas no permiten abstraer estructuras de referencia y de sistemas de valores. Es importante poder adquirir las maneras necesarias para construir estas estructuras, perfeccionarlas y hacerlas evolucionar en un proceso de formación nunca acabado. Además, si concebimos la Educación como un acto que conlleva un valor moral, significa que: – “La educación es por propia naturaleza intencional, consecuentemente, para que nuestras intenciones se puedan materializar, tendremos que planificar y sistematizar nuestra intervención como profesionales (de la enseñanza). – La educación persigue la formación integral y funcional, por tanto, los contenidos no se pueden limitar a los conceptos sino que también deben de incluir procedimientos, habilidades, estrategias y valores, normas y actitudes, asimilándolos de tal forma que han de servir para resolver problemas en contextos diferentes. 35 [Artículo]

Artículo

Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 33-46. Atención personalizada en la universidad En relación con estos niveles De Ketele (1995, 93-95) señala los siguientes facilitadores de la formación en la universidad: a) El impacto de los contextos de formación La organización del espacio juega un rol importante en los comportamientos sociales y en su percepción. (Por ejemplo, la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica de Lovaina. Todo se encuentra alrededor de la biblioteca. La organización espacial induce comportamientos diferentes que en aquellas facultades donde la biblioteca, los espacios para la investigación y las clases están en edificios diferentes). Nos podemos preguntar si, a largo plazo, la elección de dispositivos y métodos pedagógicos no dejan huellas más durables que los contenidos propiamente dichos. b) El rol de la confrontación de representaciones Es importante confrontar diferentes representaciones a las representaciones de otras sociedades o de otros ámbitos. Analizar el dónde, el cuándo y el por qué. Las teorías de la construcción de la persona ponen en relieve el complejo rol de los procesos de identificación, de distanciamiento y de diferenciación. c) La importancia de las actividades de análisis y de evaluación Las actividades de análisis no tienen interés si ellas no permiten abstraer estructuras de referencia y de sistemas de valores. Es importante poder adquirir las maneras necesarias para construir estas estructuras, perfeccionarlas y hacerlas evolucionar en un proceso de formación nunca acabado. Además, si concebimos la Educación como un acto que conlleva un valor moral, significa que: – “La educación es por propia naturaleza intencional, consecuentemente, para que nuestras intenciones se puedan materializar, tendremos que planificar y sistematizar nuestra intervención como profesionales (de la enseñanza). – La educación persigue la formación integral y funcional, por tanto, los contenidos no se pueden limitar a los conceptos sino que también deben de incluir procedimientos, habilidades, estrategias y valores, normas y actitudes, asimilándolos de tal forma que han de servir para resolver problemas en contextos diferentes. 35

Cifuentes Vicente, Purificación

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 47-74. La Provisión Real de Felipe II sobre los niños expósitos… Seguramente la exposición era entonces la única alternativa para mantener con vida al recién nacido. La Iglesia conocía esto y lo toleraba; es más, ella asumió la responsabilidad de cuidar de estos niños hasta que en el siglo XVIII se inició la secularización e intervención del estado, que culminaría en el siglo XIX 6. En el caso salmantino fue el Cabildo quien se preocupó “desde muy antiguo” por los niños expósitos. Según Villar y Macías la primera referencia concreta data del año 1586 en que se fundó una cofradía para el cuidado de los expósitos 7. Aunque no podemos corroborar este dato porque no hemos encontrado ningún acta fundacional, lo cierto es que existe un Libro de recibos y gastos de la Cofradía de San José y Ntra Sra de la Piedad del año 1590 8. En este libro aparece por primera vez el nombre de la cofradía, que suponemos es la misma que se cita en los claustros. Manuel Fernández Alvarez hace un estudio de este libro valorándolo como un documento excepcional, que da fe de una práctica extendida en la sociedad salmantina de finales del siglo XVI 9. Los claustros de la Universidad de Salamanca celebrados el 6 de julio y el 20 de octubre de 1588 se convocaron para tratar la provisión real de Felipe II en la que se ordenaba cumplir las aportaciones económicas que tenían ofrecidas a los niños expósitos el obispo, la ciudad, el cabildo y la universidad, e instituir una cofradía para su amparo y crianza. Además, el rey pidió un informe a la universidad sobre numerosas cuestiones referidas a los expósitos que luego se tratarían ampliamente en un segundo claustro. En el primer claustro de 6 de julio descubrimos cómo se superaron dos obstáculos importantes para la creación de la cofradía: la inexistencia de una disposición legal que regulase este asunto, y la necesidad de aportar un capital que proporcionase solvencia económica para afrontar los gastos. Respecto a la primera dificultad se decidió lo siguiente: [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 47-74. La Provisión Real de Felipe II sobre los niños expósitos… Seguramente la exposición era entonces la única alternativa para mantener con vida al recién nacido. La Iglesia conocía esto y lo toleraba; es más, ella asumió la responsabilidad de cuidar de estos niños hasta que en el siglo XVIII se inició la secularización e intervención del estado, que culminaría en el siglo XIX 6. En el caso salmantino fue el Cabildo quien se preocupó “desde muy antiguo” por los niños expósitos. Según Villar y Macías la primera referencia concreta data del año 1586 en que se fundó una cofradía para el cuidado de los expósitos 7. Aunque no podemos corroborar este dato porque no hemos encontrado ningún acta fundacional, lo cierto es que existe un Libro de recibos y gastos de la Cofradía de San José y Ntra Sra de la Piedad del año 1590 8. En este libro aparece por primera vez el nombre de la cofradía, que suponemos es la misma que se cita en los claustros. Manuel Fernández Alvarez hace un estudio de este libro valorándolo como un documento excepcional, que da fe de una práctica extendida en la sociedad salmantina de finales del siglo XVI 9. Los claustros de la Universidad de Salamanca celebrados el 6 de julio y el 20 de octubre de 1588 se convocaron para tratar la provisión real de Felipe II en la que se ordenaba cumplir las aportaciones económicas que tenían ofrecidas a los niños expósitos el obispo, la ciudad, el cabildo y la universidad, e instituir una cofradía para su amparo y crianza. Además, el rey pidió un informe a la universidad sobre numerosas cuestiones referidas a los expósitos que luego se tratarían ampliamente en un segundo claustro. En el primer claustro de 6 de julio descubrimos cómo se superaron dos obstáculos importantes para la creación de la cofradía: la inexistencia de una disposición legal que regulase este asunto, y la necesidad de aportar un capital que proporcionase solvencia económica para afrontar los gastos. Respecto a la primera dificultad se decidió lo siguiente:

Torrubia Balagué, Eulalia

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 75-137. La enseñanza de la religión en la escuela… situación de la Religión como materia escolar adquiere un nuevo estatuto curricular en España, planteando unos problemas que aún no están plenamente resueltos 1. 3. FUENTES La búsqueda de la bibliografía se ha realizado examinando las publicaciones periódicas españolas que, por su carácter, ofrecían alguna probabilidad de contener (o informar sobre) trabajos acerca de la enseñanza de la Religión. Revistas de los campos de la Teología, el Derecho Canónico, el Derecho Civil, la Pedagogía, etc., han sido cuidadosamente revisadas en el intento de localizar lo que se ha venido publicando en España sobre la enseñanza de la Religión. Hemos examinado también las Actas de congresos, semanas, jornadas, etc., que presumiblemente podían recoger ponencias o comunicaciones sobre esta cuestión. Hemos revisado asimismo las siguientes publicaciones, españolas y extranjeras, que, entre otras informaciones, ofrecen también algunas relativas a trabajos sobre enseñanza de la Religión en la escuela: Répertoire Bibliographique des Institutions Chrétiennes. Editado por la Université de Sciences Humaines. Strassbourg. Bibliographia Internationalis Spiritualis. Publicación anual del Pontificium Institutum Spiritualitatis “Teresianum”. Roma. Bulletin Signaletique. Sciences de l’Éducation. Publicación trimestral editada por el Centre National de la Recherche Scientifique. París. Índice Español de Ciencias Sociales. Serie A: Psicología y Educación. Publicación bibliográfica del Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC). Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid. Boletín Bibliográfico. Editado por el Centro de Investigación, Documentación y Evaluación (C.I.D.E.). Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid. De periodicidad irregular. Comenzó a publicarse en 1991. Superan ligeramente el millar las referencias bibliográficas que hemos identificado y que presentamos en este trabajo. Una gran parte de ellas titulan escritos breves [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 75-137. La enseñanza de la religión en la escuela… situación de la Religión como materia escolar adquiere un nuevo estatuto curricular en España, planteando unos problemas que aún no están plenamente resueltos 1. 3. FUENTES La búsqueda de la bibliografía se ha realizado examinando las publicaciones periódicas españolas que, por su carácter, ofrecían alguna probabilidad de contener (o informar sobre) trabajos acerca de la enseñanza de la Religión. Revistas de los campos de la Teología, el Derecho Canónico, el Derecho Civil, la Pedagogía, etc., han sido cuidadosamente revisadas en el intento de localizar lo que se ha venido publicando en España sobre la enseñanza de la Religión. Hemos examinado también las Actas de congresos, semanas, jornadas, etc., que presumiblemente podían recoger ponencias o comunicaciones sobre esta cuestión. Hemos revisado asimismo las siguientes publicaciones, españolas y extranjeras, que, entre otras informaciones, ofrecen también algunas relativas a trabajos sobre enseñanza de la Religión en la escuela: Répertoire Bibliographique des Institutions Chrétiennes. Editado por la Université de Sciences Humaines. Strassbourg. Bibliographia Internationalis Spiritualis. Publicación anual del Pontificium Institutum Spiritualitatis “Teresianum”. Roma. Bulletin Signaletique. Sciences de l’Éducation. Publicación trimestral editada por el Centre National de la Recherche Scientifique. París. Índice Español de Ciencias Sociales. Serie A: Psicología y Educación. Publicación bibliográfica del Centro de Información y Documentación Científica (CINDOC). Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid. Boletín Bibliográfico. Editado por el Centro de Investigación, Documentación y Evaluación (C.I.D.E.). Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid. De periodicidad irregular. Comenzó a publicarse en 1991. Superan ligeramente el millar las referencias bibliográficas que hemos identificado y que presentamos en este trabajo. Una gran parte de ellas titulan escritos breves

Fernández Falagán, Pedro

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 139-147. Carta colectiva del Episcopado Español (1 de julio de 1937) [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 139-147. Carta colectiva del Episcopado Español (1 de julio de 1937)

Alfonso Sánchez, José Manuel

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 149-169. El problema del ámbito y del método en la educación comparada… – Faltan en los estudios criterios de recogida de datos, orden y criterios en las comparaciones que espontáneamente y al paso realizan. – Hay un abuso del término “comparación” pues raramente pueden considerarse comparaciones lo que realizan a pesar de las referencias explícitas. Si la Educación Comparada quiere ganar rigor y credibilidad, y no verse inundada por esquemas periclitados y el “amateurismo”, deberá buscar ese rigor en la racionalidad contemporánea, precisando, de acuerdo estrecho con ella, cuál es su ámbito y método propios hoy, sin añoranzas de antaño. Para abordar todas estas cuestiones, se divide todo lo que continuación se desarrolla en los apartados siguientes: – En primer lugar se planteará el problema principal que, en opinión propia, aqueja hoy a los estudios comparados y que, de algún modo, ha sido ya enunciado. Me refiero a lo que denomino “polimorfía” en Educación Comparada. Se tratará principalmente dentro de la misma disciplina y haciendo hincapié en el primero de los aspectos del problema más arriba indicado, puesto que el segundo se deriva fundamentalmente del primero: incursión de los foráneos en el ámbito propio por falta de rigor. – En segundo lugar se analizarán uno a uno los diversos planteamientos teóricos y metodológicos que en la Educación Comparada han ido apareciendo, y que hoy coexisten. El objetivo no es presentarlos expositivamente cuanto poner de manifiesto las graves deficiencias. – En tercer lugar se analizarán las exigencias que la racionalidad contemporánea plantea. Exigencias que dibujan el modelo con el que se deberá juzgar todas las propuestas, en especial la de Noah-Eckstein. – En cuarto lugar indicar cuáles pueden ser hoy las opciones reales con futuro para la Educación Comparada, como son la información e investigación internacionales y la consultoría en educación. 1. EL GRAVE PROBLEMA DE LA “POLIMORFÍA” Los comparativistas en educación —escribió Pedro Rosselló en el más celebrado de sus libros— se hallan en una situación especial. Saben que la educación comparada existe. ¿Acaso no tienen ante sus ojos un número cada vez más impresionante de obras relativas a esta disciplina? [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 149-169. El problema del ámbito y del método en la educación comparada… – Faltan en los estudios criterios de recogida de datos, orden y criterios en las comparaciones que espontáneamente y al paso realizan. – Hay un abuso del término “comparación” pues raramente pueden considerarse comparaciones lo que realizan a pesar de las referencias explícitas. Si la Educación Comparada quiere ganar rigor y credibilidad, y no verse inundada por esquemas periclitados y el “amateurismo”, deberá buscar ese rigor en la racionalidad contemporánea, precisando, de acuerdo estrecho con ella, cuál es su ámbito y método propios hoy, sin añoranzas de antaño. Para abordar todas estas cuestiones, se divide todo lo que continuación se desarrolla en los apartados siguientes: – En primer lugar se planteará el problema principal que, en opinión propia, aqueja hoy a los estudios comparados y que, de algún modo, ha sido ya enunciado. Me refiero a lo que denomino “polimorfía” en Educación Comparada. Se tratará principalmente dentro de la misma disciplina y haciendo hincapié en el primero de los aspectos del problema más arriba indicado, puesto que el segundo se deriva fundamentalmente del primero: incursión de los foráneos en el ámbito propio por falta de rigor. – En segundo lugar se analizarán uno a uno los diversos planteamientos teóricos y metodológicos que en la Educación Comparada han ido apareciendo, y que hoy coexisten. El objetivo no es presentarlos expositivamente cuanto poner de manifiesto las graves deficiencias. – En tercer lugar se analizarán las exigencias que la racionalidad contemporánea plantea. Exigencias que dibujan el modelo con el que se deberá juzgar todas las propuestas, en especial la de Noah-Eckstein. – En cuarto lugar indicar cuáles pueden ser hoy las opciones reales con futuro para la Educación Comparada, como son la información e investigación internacionales y la consultoría en educación. 1. EL GRAVE PROBLEMA DE LA “POLIMORFÍA” Los comparativistas en educación —escribió Pedro Rosselló en el más celebrado de sus libros— se hallan en una situación especial. Saben que la educación comparada existe. ¿Acaso no tienen ante sus ojos un número cada vez más impresionante de obras relativas a esta disciplina?

García Madrid, Antonio

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 171-186. Un investigación descriptiva: “Docencia en situaciones de riesgo social” – Amenazas e intimidaciones: meter miedo, obligar a hacer cosas y amenazas con armas. – Agresiones sexuales. 1.2. Modalidades de maltrato provocadas por alumnos y padecidas por profesores: – – – – – Agresiones verbales: ofensas, insultos, amenazas y motes. Agresiones físicas indirectas: esconder cosas, romper cosas y robar cosas. Agresiones físicas directas: pegar, lanzar objetos, tirones de ropa y escupir. Amenazas e intimidaciones: amenazas verbales, físicas y con armas Agresiones sexuales. [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 171-186. Un investigación descriptiva: “Docencia en situaciones de riesgo social” – Amenazas e intimidaciones: meter miedo, obligar a hacer cosas y amenazas con armas. – Agresiones sexuales. 1.2. Modalidades de maltrato provocadas por alumnos y padecidas por profesores: – – – – – Agresiones verbales: ofensas, insultos, amenazas y motes. Agresiones físicas indirectas: esconder cosas, romper cosas y robar cosas. Agresiones físicas directas: pegar, lanzar objetos, tirones de ropa y escupir. Amenazas e intimidaciones: amenazas verbales, físicas y con armas Agresiones sexuales.

González Rodríguez, Luis Ignacio

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 187-197 [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 199-202 [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2001, n.º 0. Páginas 203-205 [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 11-12 [Artículo]

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Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 11-12

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Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 13-15. Nota del Profesor Sans Vila Es una gran desgracia para la humanidad el hecho de que hoy día existan muchos viejos, pero que haya muy pocos que sean como éste que acabamos de describir. Roland Knox, en su edad avanzada, se quejaba de esta tragedia de nuestro tiempo y escribía con amargura: Esperamos de ellos serenidad y paz, y en cambio vemos con asombro que son nerviosos y pedantes, un lastre constante para los parientes que les cuidan con paciencia. En vez de resignarse, en vez de distanciarse paulatinamente, quieren conservar su dominio a toda costa y tener un público incondicional que oiga las historias y anécdotas de su juventud. En vez de juzgar con indulgencia las personas y las cosas —cosa que se podría esperar de la experiencia de su larga vida—, están repletos de inveterados prejuicios y critican todo lo que no pueden soportar. Son extremadamente sensibles y angustiosamente preocupados por conservar sus privilegios. Uno pensaría más bien que todas estas fruslerías ya no deberían importarles. Ponderan en exceso las cosas que han realizado en el pasado, cuando la proximidad del juicio debería humillarles. Disfrutan ávidamente de las pocas cosas alegres que les quedan, cuando propiamente deberían prescindir de los placeres de la tierra. Si alguna vez nos encontramos con un anciano auténtico que con su llana benignidad ilumina nuestra vida de esperanza, debemos agradecerle su don. Estos pocos ancianos que quedan todavía deben ser honrados especialmente como testigos de la esperanza”. [Artículo]

Artículo

Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 13-15. Nota del Profesor Sans Vila Es una gran desgracia para la humanidad el hecho de que hoy día existan muchos viejos, pero que haya muy pocos que sean como éste que acabamos de describir. Roland Knox, en su edad avanzada, se quejaba de esta tragedia de nuestro tiempo y escribía con amargura: Esperamos de ellos serenidad y paz, y en cambio vemos con asombro que son nerviosos y pedantes, un lastre constante para los parientes que les cuidan con paciencia. En vez de resignarse, en vez de distanciarse paulatinamente, quieren conservar su dominio a toda costa y tener un público incondicional que oiga las historias y anécdotas de su juventud. En vez de juzgar con indulgencia las personas y las cosas —cosa que se podría esperar de la experiencia de su larga vida—, están repletos de inveterados prejuicios y critican todo lo que no pueden soportar. Son extremadamente sensibles y angustiosamente preocupados por conservar sus privilegios. Uno pensaría más bien que todas estas fruslerías ya no deberían importarles. Ponderan en exceso las cosas que han realizado en el pasado, cuando la proximidad del juicio debería humillarles. Disfrutan ávidamente de las pocas cosas alegres que les quedan, cuando propiamente deberían prescindir de los placeres de la tierra. Si alguna vez nos encontramos con un anciano auténtico que con su llana benignidad ilumina nuestra vida de esperanza, debemos agradecerle su don. Estos pocos ancianos que quedan todavía deben ser honrados especialmente como testigos de la esperanza”.

Sans Vila, Jorge

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SUMMASUMMA > FondoBiblioteca Digital > SubfondoRevistas UPSA > Publicación (artículos)Papeles Salmantinos de Educación > Revista2002, n.º 1 > ArtículoPáginas 13-15. Nota del Profesor Sans Vila Es una gran desgracia para la humanidad el hecho de que hoy día existan muchos viejos, pero que haya muy pocos que sean como éste que acabamos de describir. Roland Knox, en su edad avanzada, se quejaba de esta tragedia de nuestro tiempo y escribía con amargura: Esperamos de ellos serenidad y paz, y en cambio vemos con asombro que son nerviosos y pedantes, un lastre constante para los parientes que les cuidan con paciencia. En vez de resignarse, en vez de distanciarse paulatinamente, quieren conservar su dominio a toda costa y tener un público incondicional que oiga las historias y anécdotas de su juventud. En vez de juzgar con indulgencia las personas y las cosas —cosa que se podría esperar de la experiencia de su larga vida—, están repletos de inveterados prejuicios y critican todo lo que no pueden soportar. Son extremadamente sensibles y angustiosamente preocupados por conservar sus privilegios. Uno pensaría más bien que todas estas fruslerías ya no deberían importarles. Ponderan en exceso las cosas que han realizado en el pasado, cuando la proximidad del juicio debería humillarles. Disfrutan ávidamente de las pocas cosas alegres que les quedan, cuando propiamente deberían prescindir de los placeres de la tierra. Si alguna vez nos encontramos con un anciano auténtico que con su llana benignidad ilumina nuestra vida de esperanza, debemos agradecerle su don. Estos pocos ancianos que quedan todavía deben ser honrados especialmente como testigos de la esperanza”.
Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 17-28. Teología de la Educación vadores), tras la desaparición del teocentrismo medieval, al que siguieran “el antropocentrismo de la Edad Moderna, que se manifestó en el humanismo del Renacimiento, del cual han dimanado el individualismo religioso y el político, el deísmo, el naturalismo, el racionalismo, el siglo de las luces, y por fin el materialismo decimonónico con sus ramificaciones conocidas con los nombres de capitalismo marxismo o comunismo”. En semejante cuadro Vilá argumenta con autoridades de la pedagogía como V. García Hoz y L. Van Liempt, quien señala “con dolor que en la Universidades Católicas la colocación actual de la Pedagogía en las Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras es un engaño de raíces profundas y consecuencias deletéreas”, por lo que postula una sección pedagógica en la Facultad de Teología. Quiere verificarlo Vilá en el Pontificio Ateneo Salesiano (primero de Turín y ya en Roma), pero allí se encuentra con un Instituto de Teología de la Educación y Catequética que “no han logrado aún deslindar del todo” entre sí. Tampoco De Hovre ha acertado a “definirse del todo en el aspecto teológico”, aunque su afán por la base filosófica de la Educación dice llevarle inexorablemente hacia la doctrina católica. Tampoco lo han logrado quienes en Alemania y Francia han sintetizado más una Pedagogía católica que no una Teología de la Educación. La Filosofía sola llama a las puertas de la Teología para determinar el fin último de la educación, la naturaleza del educando, el modelo a realizar y hasta la misma entidad educativa (y cita nuestro autor a A. González Álvarez y A. Pacios López, en sendas Filosofía y Ontología de la Educación (Madrid 1956 y 1954) y, desde la pedagogía, a G. Corallo, ya en plena discusión sobre la naturaleza de la Filosofía cristiana, en auge entre los tomistas de los años treinta). Se ve a un Vilá que, preocupado por la autonomía de la razón pedagógica e interesado por la creación de facultades universitarias de Educación, advierte del peligro: “Por desgracia, los manuales corrientes de Filosofía de la Educación católicos pecan contra la naturaleza de la Filosofía y cometen la arbitrariedad de introducir verdades reveladas no recuperables por la sola razón”; y en su favor cita esa misma denuncia en E.A. Fitzpatrick, quien asegura que el propio Sto. Tomás, mucho más riguroso en el respeto a la sola razón, no lo haría así. Mejor, entonces, concluye Vilá, abrir la puerta a la Teología de la Educación, en vez de adulterar la Filosofía. “La pedagogía de hoy está saturada de naturalismo y americanismo, de materialismo y superficialidad” y, hasta en lo filosófico, se descuida la Teodicea o simple Teología natural con que poder dialogar con los filósofos de la educación fuera del campo católico. Ya Pío XI en 1929 en la Divini illius Magistri, se quejaba de estos olvidos, anota Vilá. Los reformadores, en cambio, observa con tino, no lo hicieron [ni pudieron hacerlo así, dada 19 [Artículo]

Artículo

Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 17-28. Teología de la Educación vadores), tras la desaparición del teocentrismo medieval, al que siguieran “el antropocentrismo de la Edad Moderna, que se manifestó en el humanismo del Renacimiento, del cual han dimanado el individualismo religioso y el político, el deísmo, el naturalismo, el racionalismo, el siglo de las luces, y por fin el materialismo decimonónico con sus ramificaciones conocidas con los nombres de capitalismo marxismo o comunismo”. En semejante cuadro Vilá argumenta con autoridades de la pedagogía como V. García Hoz y L. Van Liempt, quien señala “con dolor que en la Universidades Católicas la colocación actual de la Pedagogía en las Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras es un engaño de raíces profundas y consecuencias deletéreas”, por lo que postula una sección pedagógica en la Facultad de Teología. Quiere verificarlo Vilá en el Pontificio Ateneo Salesiano (primero de Turín y ya en Roma), pero allí se encuentra con un Instituto de Teología de la Educación y Catequética que “no han logrado aún deslindar del todo” entre sí. Tampoco De Hovre ha acertado a “definirse del todo en el aspecto teológico”, aunque su afán por la base filosófica de la Educación dice llevarle inexorablemente hacia la doctrina católica. Tampoco lo han logrado quienes en Alemania y Francia han sintetizado más una Pedagogía católica que no una Teología de la Educación. La Filosofía sola llama a las puertas de la Teología para determinar el fin último de la educación, la naturaleza del educando, el modelo a realizar y hasta la misma entidad educativa (y cita nuestro autor a A. González Álvarez y A. Pacios López, en sendas Filosofía y Ontología de la Educación (Madrid 1956 y 1954) y, desde la pedagogía, a G. Corallo, ya en plena discusión sobre la naturaleza de la Filosofía cristiana, en auge entre los tomistas de los años treinta). Se ve a un Vilá que, preocupado por la autonomía de la razón pedagógica e interesado por la creación de facultades universitarias de Educación, advierte del peligro: “Por desgracia, los manuales corrientes de Filosofía de la Educación católicos pecan contra la naturaleza de la Filosofía y cometen la arbitrariedad de introducir verdades reveladas no recuperables por la sola razón”; y en su favor cita esa misma denuncia en E.A. Fitzpatrick, quien asegura que el propio Sto. Tomás, mucho más riguroso en el respeto a la sola razón, no lo haría así. Mejor, entonces, concluye Vilá, abrir la puerta a la Teología de la Educación, en vez de adulterar la Filosofía. “La pedagogía de hoy está saturada de naturalismo y americanismo, de materialismo y superficialidad” y, hasta en lo filosófico, se descuida la Teodicea o simple Teología natural con que poder dialogar con los filósofos de la educación fuera del campo católico. Ya Pío XI en 1929 en la Divini illius Magistri, se quejaba de estos olvidos, anota Vilá. Los reformadores, en cambio, observa con tino, no lo hicieron [ni pudieron hacerlo así, dada 19

Corzo toral, José Luis

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SUMMASUMMA > FondoBiblioteca Digital > SubfondoRevistas UPSA > Publicación (artículos)Papeles Salmantinos de Educación > Revista2002, n.º 1 > ArtículoPáginas 17-28. Teología de la Educación vadores), tras la desaparición del teocentrismo medieval, al que siguieran “el antropocentrismo de la Edad Moderna, que se manifestó en el humanismo del Renacimiento, del cual han dimanado el individualismo religioso y el político, el deísmo, el naturalismo, el racionalismo, el siglo de las luces, y por fin el materialismo decimonónico con sus ramificaciones conocidas con los nombres de capitalismo marxismo o comunismo”. En semejante cuadro Vilá argumenta con autoridades de la pedagogía como V. García Hoz y L. Van Liempt, quien señala “con dolor que en la Universidades Católicas la colocación actual de la Pedagogía en las Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras es un engaño de raíces profundas y consecuencias deletéreas”, por lo que postula una sección pedagógica en la Facultad de Teología. Quiere verificarlo Vilá en el Pontificio Ateneo Salesiano (primero de Turín y ya en Roma), pero allí se encuentra con un Instituto de Teología de la Educación y Catequética que “no han logrado aún deslindar del todo” entre sí. Tampoco De Hovre ha acertado a “definirse del todo en el aspecto teológico”, aunque su afán por la base filosófica de la Educación dice llevarle inexorablemente hacia la doctrina católica. Tampoco lo han logrado quienes en Alemania y Francia han sintetizado más una Pedagogía católica que no una Teología de la Educación. La Filosofía sola llama a las puertas de la Teología para determinar el fin último de la educación, la naturaleza del educando, el modelo a realizar y hasta la misma entidad educativa (y cita nuestro autor a A. González Álvarez y A. Pacios López, en sendas Filosofía y Ontología de la Educación (Madrid 1956 y 1954) y, desde la pedagogía, a G. Corallo, ya en plena discusión sobre la naturaleza de la Filosofía cristiana, en auge entre los tomistas de los años treinta). Se ve a un Vilá que, preocupado por la autonomía de la razón pedagógica e interesado por la creación de facultades universitarias de Educación, advierte del peligro: “Por desgracia, los manuales corrientes de Filosofía de la Educación católicos pecan contra la naturaleza de la Filosofía y cometen la arbitrariedad de introducir verdades reveladas no recuperables por la sola razón”; y en su favor cita esa misma denuncia en E.A. Fitzpatrick, quien asegura que el propio Sto. Tomás, mucho más riguroso en el respeto a la sola razón, no lo haría así. Mejor, entonces, concluye Vilá, abrir la puerta a la Teología de la Educación, en vez de adulterar la Filosofía. “La pedagogía de hoy está saturada de naturalismo y americanismo, de materialismo y superficialidad” y, hasta en lo filosófico, se descuida la Teodicea o simple Teología natural con que poder dialogar con los filósofos de la educación fuera del campo católico. Ya Pío XI en 1929 en la Divini illius Magistri, se quejaba de estos olvidos, anota Vilá. Los reformadores, en cambio, observa con tino, no lo hicieron [ni pudieron hacerlo así, dada 19
Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 31-57. La orientación católica de la enseñanza (1936-1939) Federación Católica de Maestros Españoles 6. Precisamente, la Confederación Católica de Padres de Familia, que agrupaba a 300 asociaciones y representaba a 80.000 padres, se reunió en Burgos el 27 de octubre de 1936 y acordó presentar a Franco las siguientes peticiones 7: 1) «Toda la Enseñanza debe ser Católica [...]. Más que contra el analfabetismo iletrado, hay que ir contra el analfabetismo moral. Y eso no se logra con el abecedario, sino con el Catecismo». 2) Tanto la enseñanza estatal como la enseñanza privada son necesarias; no pueden considerarse «enemigas», sino «aliadas por su naturaleza y por sus fines». 3) La escuela primaria privada ejerce funciones delegadas de la familia con la cual se identifica: «De aquí deriva naturalmente la libre docencia de las Órdenes religiosas, consecuencia del derecho de los padres a elegir los maestros de sus hijos». La importancia de la escuela primaria privada no significa olvido de la escuela primaria oficial. Es necesaria también una enseñanza profesional «amoldada a las distintas regiones de España», sobre todo a las más pobres mediante una política de becas adecuada. 4) Reposición del Crucifijo en las aulas de todos los Centros de Enseñanza. 5) Supresión de la coeducación. 6) Introducir «mejoras de índole material y moral» en las escuelas de Magisterio, hasta llegar a una equiparación entre los sueldos de los maestros y el resto de funcionarios del Estado. Asímismo, había que continuar con el proceso de depuración del profesorado «hasta arrancar de sus filas a todos los inficionados de marxismo y debilitados de su fe católica y española». 7) Eliminar muchos institutos «que se crearon a voleo» con el único fin de «exterminar» la labor de los colegios religiosos. La reforma de la enseñanza secundaria exigía dos cosas importantes: la separación de las funciones docente y examinadora, y la realización del examen de madurez, centrado más en valorar la «formación intelectual, estética y moral del educando» que su memoria. [Artículo]

Artículo

Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 31-57. La orientación católica de la enseñanza (1936-1939) Federación Católica de Maestros Españoles 6. Precisamente, la Confederación Católica de Padres de Familia, que agrupaba a 300 asociaciones y representaba a 80.000 padres, se reunió en Burgos el 27 de octubre de 1936 y acordó presentar a Franco las siguientes peticiones 7: 1) «Toda la Enseñanza debe ser Católica [...]. Más que contra el analfabetismo iletrado, hay que ir contra el analfabetismo moral. Y eso no se logra con el abecedario, sino con el Catecismo». 2) Tanto la enseñanza estatal como la enseñanza privada son necesarias; no pueden considerarse «enemigas», sino «aliadas por su naturaleza y por sus fines». 3) La escuela primaria privada ejerce funciones delegadas de la familia con la cual se identifica: «De aquí deriva naturalmente la libre docencia de las Órdenes religiosas, consecuencia del derecho de los padres a elegir los maestros de sus hijos». La importancia de la escuela primaria privada no significa olvido de la escuela primaria oficial. Es necesaria también una enseñanza profesional «amoldada a las distintas regiones de España», sobre todo a las más pobres mediante una política de becas adecuada. 4) Reposición del Crucifijo en las aulas de todos los Centros de Enseñanza. 5) Supresión de la coeducación. 6) Introducir «mejoras de índole material y moral» en las escuelas de Magisterio, hasta llegar a una equiparación entre los sueldos de los maestros y el resto de funcionarios del Estado. Asímismo, había que continuar con el proceso de depuración del profesorado «hasta arrancar de sus filas a todos los inficionados de marxismo y debilitados de su fe católica y española». 7) Eliminar muchos institutos «que se crearon a voleo» con el único fin de «exterminar» la labor de los colegios religiosos. La reforma de la enseñanza secundaria exigía dos cosas importantes: la separación de las funciones docente y examinadora, y la realización del examen de madurez, centrado más en valorar la «formación intelectual, estética y moral del educando» que su memoria.

Alfonso Sánchez, José Manuel

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Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 59-81. ¿Para qué la educación ambiental? este caso, tenemos que considerar los cuatro aspectos como un todo, como un conjunto. Son los cuatro puntos que forman un mismo plano, una misma realidad. No obstante, voy a fijarme en este cuarto aspecto: paz de la persona con la naturaleza, y, tratar de explicar el porqué y el para qué de la educación ambiental. Insisto, en absoluto pretendo decir que sea el más importante, simplemente, es el que pretendo tratar en este estudio. El concepto oriental de paz-felicidad, permite estudiar la educación ambiental de manera que nos lleve a sentirnos en paz con la naturaleza, con el medio que nos rodea. Si aislamos la educación ambiental de este concepto, queda incompleta. Se puede establecer otra relación. Desde mi punto de vista, también es importante la relación conocer-respetar-amar. No se puede amar lo que no se respeta y no se puede respetar lo que no se conoce. Amamos a aquéllos que conocemos, que nos son cercanos, que hacemos nuestros y nosotros nos consideramos de ellos. Si conocemos y respetamos la naturaleza podremos ser parte integrante de ella y la querremos. Es evidente que nunca haremos daño a nada ni a nadie si de verdad lo amamos. Esto lo tenemos que llevar a nuestra vida en la más temprana infancia. Como educadores, en el fondo todos lo somos para bien o para mal, debemos hacer que el educando lo descubra desde los primeros momentos de su vida. La interacción del niño con el medio comienza en el momento de su alumbramiento. Los objetivos de la educación ambiental, formulados por la conferencia de Tbilisi 2, relacionados con los objetivos generales de la Educación Primaria y Secundaria, nos explican de manera más científica lo anteriormente expuesto: Conciencia: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a adquirir una conciencia del medio ambiente global y ayudarlos a sensibilizarse por esas cuestiones. Conocimientos: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a adquirir una diversidad de experiencias y una comprensión fundamental del medio y de los problemas anexos. Comportamientos: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a compenetrarse con una serie de valores, y a sentir interés y preocupación por el medio [Artículo]

Artículo

Papeles Salmantinos de Educación. 2002, n.º 1. Páginas 59-81. ¿Para qué la educación ambiental? este caso, tenemos que considerar los cuatro aspectos como un todo, como un conjunto. Son los cuatro puntos que forman un mismo plano, una misma realidad. No obstante, voy a fijarme en este cuarto aspecto: paz de la persona con la naturaleza, y, tratar de explicar el porqué y el para qué de la educación ambiental. Insisto, en absoluto pretendo decir que sea el más importante, simplemente, es el que pretendo tratar en este estudio. El concepto oriental de paz-felicidad, permite estudiar la educación ambiental de manera que nos lleve a sentirnos en paz con la naturaleza, con el medio que nos rodea. Si aislamos la educación ambiental de este concepto, queda incompleta. Se puede establecer otra relación. Desde mi punto de vista, también es importante la relación conocer-respetar-amar. No se puede amar lo que no se respeta y no se puede respetar lo que no se conoce. Amamos a aquéllos que conocemos, que nos son cercanos, que hacemos nuestros y nosotros nos consideramos de ellos. Si conocemos y respetamos la naturaleza podremos ser parte integrante de ella y la querremos. Es evidente que nunca haremos daño a nada ni a nadie si de verdad lo amamos. Esto lo tenemos que llevar a nuestra vida en la más temprana infancia. Como educadores, en el fondo todos lo somos para bien o para mal, debemos hacer que el educando lo descubra desde los primeros momentos de su vida. La interacción del niño con el medio comienza en el momento de su alumbramiento. Los objetivos de la educación ambiental, formulados por la conferencia de Tbilisi 2, relacionados con los objetivos generales de la Educación Primaria y Secundaria, nos explican de manera más científica lo anteriormente expuesto: Conciencia: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a adquirir una conciencia del medio ambiente global y ayudarlos a sensibilizarse por esas cuestiones. Conocimientos: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a adquirir una diversidad de experiencias y una comprensión fundamental del medio y de los problemas anexos. Comportamientos: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a compenetrarse con una serie de valores, y a sentir interés y preocupación por el medio

Maruri Álvarez, Alfonso de

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SUMMASUMMA > FondoBiblioteca Digital > SubfondoRevistas UPSA > Publicación (artículos)Papeles Salmantinos de Educación > Revista2002, n.º 1 > ArtículoPáginas 59-81. ¿Para qué la educación ambiental? este caso, tenemos que considerar los cuatro aspectos como un todo, como un conjunto. Son los cuatro puntos que forman un mismo plano, una misma realidad. No obstante, voy a fijarme en este cuarto aspecto: paz de la persona con la naturaleza, y, tratar de explicar el porqué y el para qué de la educación ambiental. Insisto, en absoluto pretendo decir que sea el más importante, simplemente, es el que pretendo tratar en este estudio. El concepto oriental de paz-felicidad, permite estudiar la educación ambiental de manera que nos lleve a sentirnos en paz con la naturaleza, con el medio que nos rodea. Si aislamos la educación ambiental de este concepto, queda incompleta. Se puede establecer otra relación. Desde mi punto de vista, también es importante la relación conocer-respetar-amar. No se puede amar lo que no se respeta y no se puede respetar lo que no se conoce. Amamos a aquéllos que conocemos, que nos son cercanos, que hacemos nuestros y nosotros nos consideramos de ellos. Si conocemos y respetamos la naturaleza podremos ser parte integrante de ella y la querremos. Es evidente que nunca haremos daño a nada ni a nadie si de verdad lo amamos. Esto lo tenemos que llevar a nuestra vida en la más temprana infancia. Como educadores, en el fondo todos lo somos para bien o para mal, debemos hacer que el educando lo descubra desde los primeros momentos de su vida. La interacción del niño con el medio comienza en el momento de su alumbramiento. Los objetivos de la educación ambiental, formulados por la conferencia de Tbilisi 2, relacionados con los objetivos generales de la Educación Primaria y Secundaria, nos explican de manera más científica lo anteriormente expuesto: Conciencia: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a adquirir una conciencia del medio ambiente global y ayudarlos a sensibilizarse por esas cuestiones. Conocimientos: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a adquirir una diversidad de experiencias y una comprensión fundamental del medio y de los problemas anexos. Comportamientos: Ayudar a los grupos sociales y a los individuos a compenetrarse con una serie de valores, y a sentir interés y preocupación por el medio
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