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Manuscritos y ediciones del Tostado: caminos de ida y vuelta
Emiliano Fernández Vallina Universidad de Salamanca
Pretendemos aquí, queriendo ser fieles al objetivo del Seminario de estudio para el que se pergeñaron estas páginas, presentar de la manera más breve y sencilla que seamos capaces el resumen de lo que se ha dicho y establecido con sólido fundamento sobre cómo se ha producido la salida a la luz de la ingente obra de Alfonso Fernández de Madrigal, El Tostado, y las relaciones recíprocas –o la interacción, como hoy se suele decir– que se pueden ver en ambas. Para ello, vamos a dividir la exposición en estos dos puntos: de un lado la presentación de los manuscritos y ediciones y de otro cómo se ha ido plasmando la escritura con la recíproca interacción de mss. y sucesivas ediciones impresas, para concluir con la muestra de algunas imágenes de las dos formas de plasmación de lo escrito. 1. Manuscritos Es sabido que el Tostado, personalidad de sosegada frontera, escribió una serie verdaderamente copiosa y a las veces voluminosa de obras distintas en su género1, repartidas por los anaqueles de bibliotecas de numerosos
1 Cf. un acercamiento a su persona en H. del Pulgar, Del Obispado de Ávila en sus claros varones de Castilla, Toledo 1486, tit. 24; G. González Dávila, Teatro Eclesiástico de las Iglesias metropolitanas y catedrales de los Reynos de las dos Castillas. Vidas de sus Arzobispos, y Obispos, y cosas memorables de sus sedes, t. II, Madrid (Pedro de Horna y Villanueva) 1647, 273-274, J. Blázquez Hernández, “El Tostado, alumno graduado y profesor de la Universidad de Salamanca”,
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