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NOTAS Y COMENTARIOS
Salmanticensis 56 (2009) 561-579
SAN JUAN DE ÁVILA Y SU MÉTODO TEOLÓGICO*
Son muchas las facetas de la personalidad de San Juan de Ávila que se han puesto de relieve por los estudiosos. Su primer biógrafo, el dominico Fr. Luis de Granada, destacó, junto a sus virtudes que lo acreditaban como santo, sus cualidades extraordinarias de predicador, que le habían de merecer el título de Apóstol de Andalucía. Como director espiritual y maestro de almas ya desde el siglo XVI comenzó a difundirse su tratado Audi, Filia, juntamente con el Epistolario espiritual reflejo de su continua actividad de consejero para personas de todos los estados, sacerdotes, religiosos y monjas, seglares, mayores y jóvenes y particularmente las orientaciones precisas que dio sobre los caminos de Epíritu a muchos santos, como San Juan de Dios, Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Borja, etc. Siempre se le ha considerado como uno de los pioneros de la necesaria reforma de la Iglesia en el siglo XVI, como luego destacaremos, centrada particularmente en la reforma del clero secular. Pero cada día más se está redescubriendo la figura de Juan de Ávila como teólogo. A este aspecto le dedicó una parte central el Congreso Internacional “El Maestro Ávila” organizado por la Conferencia Episcopal Española y celebrado en Madrid del 27 al 30 de noviembre de 20001. En este artículo nos proponemos destacar algunas de estas dimensiones del teólogo, pero no en cuanto a sus principales temas
* El autor de este artículo, D. José Luis Moreno Martínez, Vicario general de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, falleció el pasado 23 de junio de 2009.
1 Cfr. Conferencia Episcopal Española, El Maestro Ávila. Actas del Congreso Internacional (Madrid 27-30 noviembre 2000), Madrid 2002 (en adelante Congreso 2000), esp. 509-690.
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