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Notas bibliográficas
Salmanticensis 55 (2008) 519-527
August Franzen, Breve storia della Chiesa, edizione italiana a cura di Gianni Francesoni (Brescia: Editrice Queriniana 2007. 10ª ed. italiana, sobre la 24ª alemana) 541 pp.
Al ver una Historia de la Iglesia que ya va por la edición vigésimo cuarta en alemán, su idioma original, y por la décima en italiano, se despiertan grandes expectativas. Tiene que tratarse de una obra extraordinaria. También es cierto que produce alguna sospecha, pues los años podrían acarrear también decrepitud, si bien se asegura que ha sido revisada, actualizada y ampliada. Lamentablemente la actualización y ampliación sólo se ve en que se ha extendido hasta Benedicto XVI. El capítulo dedicado a la Iglesia primitiva de Jerusalén es deprimente, se basa únicamente en la lectura del los cinco versículos tradicionalmente considerados “edificantes” de Hechos de los Apóstoles, sin tener en cuenta ni un solo capítulo entero. Como si la verdad, el libro entero y todo el Nuevo Testamento no fueran más edificantes y esclarecedores. Pero no es el único capítulo que requiere revisión. No puedo menos que copiar unas líneas difícilmente igualables, a propósito de la Reforma del siglo XVI: “Fino all’ultimo Martin Lutero si dedicò alla sua opera con totale dedizione. Egli continuò sempre a essere la guida religiosa e il profeta del suo movimento. La sua personale irascibilità, sempre maggiore con il passar degli anni, la durezza, la grossolanità senza pare e la villania con cui spesso aggrediva amici e nemici gettano ombre oscure sul suo carattere. Con durezza capace di ferire egli avocó a sé quell’infallibile autorità dottrinale che aveva negato invece al pontefice romano. Con una profetica consapevolezza del suo valore Lutero identificó se stesso e la sua opera con la volontá di Dio e di Gesù Cristo. Tutto ciò che gli era contrario era per lui opera diabolica.” (p. 311). Y esto no es lo peor en su explicación del movimiento reformista. A. M. Casado
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