SUMMA. Repositorio Institucional

FAM 13 (1996) 97-111 ¿amcícen ^ ^ ^xcozícctad del Prof. Maestre de la Familia Universidad Pontificia COSME PUERTO PASCUAL I. INTRODUCCIÓN La sexualidad senil dentro del ámbito de la familia ha sido la gran olvidada y ridiculizada, ya que teníamos la falsa creencia de su no existencia. Este error tan grave provenía del hecho de confundir sexualidad con coitocentrismo. Además, la sexualidad de estas personas ha sido mal vista por la familia y la sociedad bajo todos los puntos de vista. El exceso de genitalidad al reducirse a ella la sexualidad desde tiempos inmemoriales, ha conducido al error de que cuando la erección fallaba, la sexualidad había llegado a su fin en el hombre. En la mujer, con la llegada de la menopausia y la cesación de las menstruaciones, el deseo sexual se volatilizaba. Es muy típica la frase que dicen muchas mujeres: «Ya estoy con la menopausia». Esta frase resume de manera magistral el pensamiento ancestral de que la mujer era sobre todo procreadora y no tenía derecho a tener una vida sexual activa al margen de la procreación o al margen de los deseos del hombre, reafirmando el papel pasivo que desde siempre había tenido la mujer en la vida. Hoy esta manera de pensar va quedando en el pasado y cada día está más lejos de la realidad. La sexualidad senil no es sino la etapa final, pero no la menos satisfactoria, de la evolución de la sexualidad integral que comenzó casi desde el momento de la concepción y que nos ha acompañado a lo largo de toda la vida, con más o menos fortuna. 97

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