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ESTUDIOS
LOS PRIMEROS VIAJES DE SAN PABLO A JERUSALEN (GAL 1,18-20 Y 2,1-10)
Cualquier exégeta puede sostener que el pasaje más difícil del N.T. es aquél en el que personalmente ha topado con mayores complicaciones. En todo caso, Ia dificultad de GaI 1-2 es obvia. Se añade que Ia explicación de GaI 1,18-20 y 2,1-10 cuenta, como textos complementarios más inmediatos, con los de Hch 9,26-30; 11,27-30 y 15,1-35, cargados a su vez de oscuridades y aún disparidades. El cotejo de unos y otros textos aclara algunos puntos; pero, más que doblar, multiplica y enreda los problemas pendientes. Por eso, en este estudio, hemos tratado de explicarnos primero Io que dice el Apóstol en su contexto documental inmediato y en el de las demás paulinas. Metódicamente hemos dejado para un estudio posterior Ia confrontación con los relatos lucanos. Sin embargo, no vamos a prescindir por ello de algunas referencias ocasionales al testimonio de Hch.
El «DESPUÉS» DE LA REVELACIÓN
(GAL l,16c-17)
Lo que Ie importa al Apóstol en GaI 1,16 no es describir Ia cristofanía, sino destacar Ia importancia del acontecimiento para su reclamo de deber su apostolado directamente a Dios y Cristo y no a una determinada mediación humana. Lo llamativo es que comienza describiendo su respuesta a Ia visión y al encargo negativamente, pues dice Io que no hizo. Como escogido por Dios para predicar «entre los gentiles», no sintió Ia necesidad de acudir a los apóstoles de Jerusalén sino de marchar derecho a territorio gentil, con Io que confirma Ia independencia fundamental de su
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