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LA SOTERIOLOGIA CONTEMPORANEA
Hace treinta años afirmaba Hans Urs von Balthasar que Ia escatologia era el rincón donde estallaban las tormentas que, apedreando o refrescando, descargaban en los campos de Ia teología *. Hoy ese rincón, a partir del cual se forman las tormentas, que descargan cuestiones ardientes, problemas insolubles o soluciones fecundas, es Ia soteriologla. En realidad no son situaciones nuevas ni distintas, porque Io que hoy es cuestión abierta deriva de los problemas escatológicos planteados en toda su radicalidad. Porque, ¿qué es Ia soteriologla smo escatologia comenzada?2. Y ese es precisamente el problema de Ia teología contemporánea. Frente a una comprehensión puramente trasmundana de Ia salvación (Ia redención viene después, al fin de Ia historia: judaismo), o a una comprehensión intramundana identificada con Ia Iglesia (Reino de Dios identificado con Ia Iglesia de Cristo en algunas formas de teología católica), nos preguntamos hoy cómo es Ia conjunción del 'y& si' y del 'todavía no' de Ia salvación, tal como aparece en el Nuevo Testamento3. Hay una escatologia inicialmente consumada, por Io que se refiere a los signos y contenidos. Por ello no nos será dada otra Palabra, ni otro Espíritu, ni otra esperanza que Ia que tenemos en Cristo Jesús, en quien el Padre se nos ha dado del todo 4 .
i. Escatologia, en: J. Feiner (Ed.), Panorama de to Teología actual (Madrid 1961) 499. 2 «La escatologia es asi en su totalidad, acaso más que ningún otro locus theologicus, Ia doctrina de Ia verdad redentora. Esto, como vamos a ver, es algo sencillamente central». Id., 505. 3 Haber puesto de manifiesto esa bipolaridad o intrínseca tensión que anima al NT entre U>, salvación definitiva e irrevocablemente otorgada por Dios por un lado y por otro todavía pendiente y teniendo que ser esperada, merecida y acogida; es decir, entre el 'ya si' y 'todavla no' de Ia salvación, es el gran mérito de O. Cullmann: Les premières confessions de foi chrétienne (1943); Urchristentum und Gottesdienst (1944); Christus und die Zeit (1946); Die Christologie des Neuen Testaments (1957); Heil ais Geschichte (1965). 4 Heb 1, M. Nadie como san Juan de Ì& Cruz ha explicitado este carácter definitivo de Ia revelación y donación de Dios. «En darnos como nos dio a su Hijo, que es una palabra suya, que no tiene otra, todo nos Io habló junto y de una vez en esta sola palabra, y no tiene más que hablar«. Subida II, 22, 3. Y co-
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