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HISTORIA ECLESIÁSTICA
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animándoles a proseguir Ia labor infatigable, el P. Agustín Nieto Fernández, cuyos cientos de libretas son un poema elocuente de amor a Orihuela, Murcia, Lorca, Cehegin y Cartagena. J. I. Tellechea Idígoras 3) DERECHO CANONICO F. R. Aznar GiI, Concilios provinciales y sínodos de Zaragoza de 1215 a 1563 (Zaragoza: Caja de Ahorros de Ia Inmaculada, 1982) 114 pp. La presente obra es un estudio de los concilios provinciales y de los sínodos de Zaragoza desde el Concilio IV de Letrán (1215) al Concilio de Trento (1583). El primer problema con que se enfrentáel autor es el de Ia tradición manuscrita y editorial de estos concilios y sínodos, ofreciéndonos una magnífica descripción de las fuentes manuscritas en que se encuentran y de los ejemplares impresos que se conservan. Difícil problema era establecer el catálogo de estas asambleas y, sobre todo, Ia fecha exacta de su celebración, con datos contradictorios en Ia misma documentación y en Ia interpretación de estudiosos anteriores, problema que aquí se resuelve parece que definitivamente, resultando 22 sínodos, 6 concilios provinciales y 2 concilios legatinos; de los cuales se conserva el texto de 18 sínodos, de 3 concilios provinciales y de 1 concilio legatino, mientras que delos restantes sólo hay noticias, sin texto. El mayor número de oonciUos y sínodos pertenece a los siglos XIV-XV, y el menor a los siglos XIII (2 sínodos) y XVI (5 sínodos). Para enmarcar adecuadamente estas asambleas conciliares y sinodales, el doctor Aznar GiI dedica un jugoso capitulo a los arzobispos que los presidieron y al ambiente externo en que se desarrollaron. En otros capítulos expone los resultados de esta investigación referidos a Ia vida del clero, con los requisitos para el ingreso en Ia clerecía, Ia vida moral, cultura, traje clerical, economía de los clérigos, etc.; otro capítulo está dedicado a Ia vida del pueblo cristiano, las fiestas, relaciones con los judíos y moros, y las cargas económicas, especialmente diezmos y primicias, y los testamentos y últimas voluntades; y finalmente, expone Io relativo a Ia enseñanza de Ia doctrina cristiana y Ia disciplina de los sacramentos, concluyendo con diversos índices. El cuadro costumbrista que emerge de los concilios y sínodos de Ia iglesia local zaragozana no difiere mucho del. que dibujan los sínodos de otras áreas geográficas de Ia Península Ibérica. Lo cual no resta importancia a estos textos, sino que significa que los usos y abusos eran similares en todas partes. Frente a los grandes cuerpos legales de legislación general o a las grandes obras teóricas de Ia ciencia de entonces, no es necesario destacar Ia importancia de esta humilde legislación local, tan cercana a Ia vida real del pueblo, para conocer las costumbres y defectos de las personas a las que está destinada. Pero convendrá advertir que Ia finalidad de estos textos locales es corregir defectos, y no ensalzarvirtudes. Por Io cual, Ia realidad social que nos exhiben es sólo una parte de Ia realidad, que debe ser contrapesada con otros datos. La salud real de un país se conoce mejor por las historias clínicas de los hospitales que por los libros teóricos de medicina, pero las historias clínicas no presentan, por sí solas, toda Ia realidad, aunque sean indispensables para conocer una parte. En este sentido se dice acertada-
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