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ADULTERIO CASTO
I. DELIMITACIÓN Y TERMINOLOGIA La técnica de Ia inseminación artificial de Ia mujer se va extendiendo y casi popularizando. Lo que hace aún pocos años era una posibilidad poco más que teórica, nuestra época, idólatra entusiasta de Ia técnica, Io está convirtiendo en un triste sistema, muy conocido y practicado, de realizar las funciones de reproducción. Las estadísticas que corren por ahí de hijos habidos de inseminación artificial (tube's babies] arrojan ya cifras asombrosamente altas (fuera de España, se entiende. Nosotros somos un país muy atrasado). Y como, según parece, esas técnicas mejoran, y los hombres no mejoran, el mal, lejos de disminuir, va en aumento. El hecho afecta a un aspecto importantísimo dela vida humana y ha levantado una buena floración de problemas y, tras ellos, un enjambre rumoroso de escritores y oradores en los que hay de todo ; fantasía, sensacionalismo, y también estudios serios y concienzudos. No pocos escritores mezclan alegremente los numerosos problemas que Ia inseminación artificial presenta; problemas biológicos, eugénicos, sociales, religiosos, morales, civiles, penales, etc., olvidando que, para conseguir logros estimables, cada problema debe ser separado cuidadosamente y tratado con el rigor metódico propio de cada ciencia interesada en el asunto. Se impone, pues, una cuidadosa delimitación del tema. El nuestro será Io que vamos a llamar adulterio casto: Ia calificación de adulterio es por el momento hipotética, pues esa es precisamente Ia cuestión que pretendemos resolver; a saber, si en el sistema canónico cabe configurar el adulterio por el uso, bajo ciertas condiciones, de Ia inseminación artificial. La calificación de casto es evidente, porque tal adulterio no violaría Ia virtud de Ia castidad. De los escritos aludidos debemos excluir a priori los que no sean jurídicos, pero aun de éstos, los que pueden interesarnos son realmente pocos. Los juristas italianos han cultivado muchísimo el tema que nos preocupa, pero Io han hecho desde Ia perspectiva del célebre caso de Padua al que en seguida nos referiremos. Su preocupación fundamental es Ia ley positiva italiana; su interés se centra en dilucidar si Ia inseminación artificial entra o no en Ia "fattispecie" o "materialità del reato" descrito en el Código penal italiano. Unos concluyen por Ia afirmativa, otros por Ia negativa; no pocos, sobre todo del segundo grupo, postulan una reglamentación penal específica encaminada a reprimir las prácticas de espermioinseminación. Nuestro pro-
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