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JUBlLEO PARA
DEL
ANO
SANTO
1951
TODO
I.
EL MUNDO
P R E A MB U L 0 S
1. Jubileo.—La palabra jubileo se deriva, según los filólogos, del hebreo jobel, cuerno de carnero, porque los sacerdotes del Antiguo Testamento se servían de una trompeta que tenía esa forma para anunciar el año jubilar. La misma palabra hebrea jobel ha dado origen a las voces latinas ]ubilum, jubilare, anmis jiibilaeus: año jubilar o de remisión. Porque, en efecto, el año del jubileo era para el pueblo de Dios un tiempo de júbilo y alegria ; era un tiempo de gracia para los cautivos, en el cual volvían "a su antigua 'familia" ; y para los pobres que habían empeñado sus bienes, los cuales "recobraban sus posesiones"; y para los cargados de deudas, que conseguían el perdón. El mismo Dios había fijado este año jubilar o sabático para cada cincuenta años. En el Levítico dice el Señor a Moisés : "Contarás también siete semanas de años, es decir, siete veces siete, que hacen cuarenta y nueve ; y al décimo día del séptimo mes, que es tiempo de reconciliación, harás sonar Ia trompeta en toda Ia tierra. Y santificarás el quincuagésimo año y Ie llamarás año de remisión para todos los habitantes de Ia tierra: porque es el owo del jubileo" (i). De esta institución del año sabático nació en el cristianismo el jubileo del año santo, cuyo origen se remonta hacia el año 1300. No nos detendremos ahora en narrar Ia historia de los años que desde esa fecha se han celebrado; sólo quiero notar el distinto carácter del jubileo en el Antiguo y Nuevo Testamento. Para el pueblo hebreo, carnal y grosero, el año jubilar era un año fecundo en bienes temporales ; para los cristianos es un año de abundancia en bienes espirituales ; por eso el jubileo cristiano sobrepuja al hebreo cuanto supera el espíritu al cuerpo, Io eterno a Io temporal. 2. Jubileo cristiano.—Podemos definirle un tiempo de gracia, para el cual el Papa publica una indulgencia plenaria bajo ciertas condiciones
(1)
LEV., 25, 10.
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