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DOCTRINAS DE VITORIA SOBRE EL MATRIMONIO *
Camina hacia su ocaso el primer tercio del siglo XVI. Unos cuantos colosos dominan las naciones, y la guerra, con sus alternativas y sus algaradas, presta movimiento a un panorama ya de por si poco tranquilo. El turco se revuelve y amenaza de ntievo el mundo cristiano en sus puntos vitales. La Reforma, con la Bandera que enarbola Lutero, conmueve en lo más hondo los cimientos del Imperio, a cuyo frente se encuentra el César Carlos, que no hace un ario siquiera—y en el aniversario del triunfo ruidoso sobre Francisco I—ha sido ungido con el óleo santo y recibido de manos de Clemente VII el globo, el cetro y la corona de Carlomagno. En Inglaterra cirie la Corona real el octavo de los Enrique, que todavia conserva el honroso titulo de "defensor de la fe", otorgado por la Corte romana por su libro escrito contra Lutero "Assertio septem sacramentonum", obra a la que León X llamara "un diamante del cielo". El cristianisimo Principe, asaltado por tardíos escrúpulos, hace tiempo que duda sobre la validez de su matrimonio con Catalina, hija de los Reyes Católicos y tia del Emperador. Esos escrúpulos se basan en la unión anterior de Catalina con su hermano Arturo, fallecido a los catorce aiios de edad, sin haber consumado el matrimonio, y en el hecho de que Julio II, autor de la bula de dispensa para el segundo enlace, no mencionara en ella categóricamente la consumación del anterior. Como la Sagrada Escritura prohibe las nupcias de la viuda de un hermano, temia haber vivid() en incestuosa unión, durante dieciocho afios, con doria Catalina, de la que había logrado numerosa descendencia.
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* Conrerencia pronunciada en la Cátedra Vázquez de Mella, de la Universidad de Santiago, el dia 24 de mayo de 1946,
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