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Actitud filosòfica de Cicerón
Este trabajo no puede titularse Lafilosofía de Cicerón, porque el desarrollo de un tema tan ambicioso nos llevaría a límites que en este momento no podemos abordar; por Io mismo no podemos presentarlo como Ia Laborfilosófica de Cicerón, lema que nos exigiría un análisis minucioso de Ia ideología expuesta por Cicerón en todas sus obras, relacionándolo con todas las escuelas filosóficas, y con todos los pensadores de los que de alguna forma depende. Va a ser simplemente una indicación del comportamiento de M. Tulio en el campo del saber y de Ia actitud que toma con respecto a las diversas sectas filosóficas*.
EDUCACIÓN FILOSÓFICA DE M. TULIO
El padre de Cicerón, dedicado a las letras sobre todo a Ia historia, por su falta de salud que Ie impidió seguir el cursus honorum1, tuvo buen cuidado de procurar a sus dos hijos, Marco, y Quinto, una educación literaria Io más completa posible. Hasta donde llegaron sus alcances literarios él- fue el único maestro de sus hijos. Cuando éstos comenzaron a progresar, vio conveniente el trasladarse con ellos a Roma e instalarse en
* Para presentar a M. Tulio en este aspecto creemos que Ia mejor forma de hacerlo será recoger sus propias ideas, porque siendo franco, como Io es, nos servirán de confesión no sólo de Io que hizo, sino también de sus propias intenciones. Por eso muchas veces, aunque no repitamos sus mismas palabras, Io haremos hablar en primera persona, al condensar o parafrasear su pensamiento. L Cf. Leg. 2, 3; Off. 1, 71, en donde se refiere especialmente a su padre, cuando dice: «et iis qui aut ualetudinis imbecillitale, ant aliqua grauiore causa irnpediti, a re publica recesserunt» y por ello se dedicó a las letras y a educar a sus hijos, cf. De or. 2, 1; v J. Guillen, Héroe de Ia libertad, vol. I, 19 y 22.
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