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La montaña en Ia obra de Virgilio
Es interesante observar cómo entre los pueblos antiguos (Indios, Griegos y Latinos) Ia actitud frente a las montañas dependen en gran manera de las condiciones de vida de sus gentes. Así podemos hablar de pueblos que han configurado su régimen de vida en relación a Ia montaña, como el pueblo indio, y pueblos como el latino, que ha desenvuelto totalmente su vida y sus posibilidades en Ia llanura. En cuanto al pueblo griego, fueron las grandes montañas, que en gran parte ocupan su territorio, las qus les obligaron a volver sus ojos al mar, como único elemento que les permitiría conseguir Io necesario para su subsistencia. Entre los pueblos antiguos, Ia Mitología influyó para crear una creencia muy extendida que considera Ia montaña (Ia alta montaña) el asiento de Ia divinidad, Io mismo que ocurre con el bosque cerrado, y por esto en Ia montaña tuvieron lugar misterios y hechos esencialmente divinos, que escaparon a todo control humano. Por estos motivos, Ia alta montaña en Ia mayoría de los pueblos de Ia antigüedad no forma parte de Ia vida ordinaria del hombre, como otros elementos de Ia naturaleza (Ia llanura, Ia colina, los ríos), sino que es un elemento natural que hay que contemplar desde lejos, en lontananza, como algo lejano, a donde no tiene acceso el hombre y en donde su vida sería imposible. La montaña, por tanto, es el marco idóneo de Io mítico, de Io legendario y sobrenatural; además, en Ia alta montaña reinan los elementos de Ia naturaleza, que se oponen al curso natural de una vida apacible, como son Ia nieve y los vientos violentos. Ciñéndonos al mundo latino, los montes Albanos, el Soracte y el Capitolio tenían santuarios antiquísimos, como
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