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El adversario ficticio en Séneca
Los llamados diálogos de Séneca forman un cuerpo en los manuscritos que da cabida a todos los tratados en prosa de Séneca, si exceptuamos De officiis, De clementia y las Naturales quaestiones. Puede pensarse que Ia exclusión de este último se debe a cuestiones de carácter temático: literatura científica —por más que Ia ciencia sea todavía en estos momentos una parcela de Ia filosofía x; Ia ausencia en el corpus del De officiis y De clementia no puede achacarse a Ia misma razón ya que ambos comparten con el resto de los dialogi un tratamiento análogo de los problemas filosóficos. Cabría atribuir a Ia compilación unos rasgos formales que Ia separasen de esos dos tratados, pero de hecho tampoco esto es cierto: participan de iguales o, cuando menos, similares características, La discusión en torno al problema de Ia designación y alcance del término dialogus aplicado a determinadas obras de Séneca cuenta con una larga tradición y tiene como base fundamental Ia inclusión, formando cuerpo, de las obras ya citadas en el manuscrito ambrosiano C, 90 inf. del s. xi, bajo el título de Dialogi, y el pasa|e de Quintiliano 16, 1, 129 referente a Ia producción senecana: Tractauit enim omnem fere studiorum materiam,: nam et orationes eius et poemata et epistulae et dialogi feruntur, Las soluciones apuntadas por parte de los distintos estudiosos son variadas: desde Ia
1 Para G. Stahl, 'Die «Naturales Quaestiones» Sénecas. Ein Beitrag zum Spiritualisierungsprozess der römischen Stoa', Hermes, 92 (1964) 425-54, Ia diferencia básica entre epístolas y diálogos por un lado y las Naturales quaestiones por otro, es que esta última obra trata del conocimiento de Ia divinidad, y los diálogos se mantienen en un terreno puramente humano: para Ia mejora de uno mismo se exige el conocimiento de Ia propia persona, no el de dios. No hay que olvidar, sin embargo, que existe una tradición en el cultivo de tratados de este tipo que probablemente les someten a un tipo de convenciones ajenos a diálogos y Epístolas.
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