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LO RELIGIOSO EN TITO LIVIO
DIFICULTAD DEL TEMA
Hace algunos años me vi en Ia contingencia de tener que enfrentarme con Ia gran mole de Ia obra titoliviana, Preparaba por entonces un trabajo de carácter puramente gramatical. El volumen ingente de Io que aún nos queda del historiador de Roma y el apremio de ocupaciones múltiples no me permitían a Ia sazón una lectura profunda y prolongada. Tenía que contentarme con dedicar a mi labor unas horas furtivas y fugaces. Así y todo, el relato de Livio me cautivaba. Irresistiblemente me sentía arrastrado por el torrente deleitoso de su prosa, y, olvidado de mis otros quehaceres, quedaba muchas veces prendido de las páginas de oro de su historia. Me ocurría Io que a unos gaditanos de quienes cuenta San Jerónimo l que
1 El texto del relato jeronimiano (cf. Migne, P L. 22, 541) es como sigue : Ad Titum Livium lácteo eloquentiac fonte manantem, de ultimis, Hispaiiiae (a Gadibus), Galliarumque finibus quosdam venissc nolnles Iegimus ; et quos ad contemplationem sui Roma non traxerat, unius hominis )ama percLuxit, Habuit illa aetas inauditum omnibus saeculis celebrandiimque miraculum, ut iirbem tantam ingressi, aliud extra iirbem quaererent. SaN jERONiMO debió tener presente el testimonio de PLiNio el joven (Ep, II, 3, 8>, según el cual se trataba de gentes gaditanas llenas ds entusiasmo por Ia magnificencia de Roma. Este testimonio elogioso de Plinio y de San Jerónimo Io han ido repitiendo los panegiristas de Tito Livio. Véase,
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