|
LA LITURGLA ANGLICANA Y SU ADAPTACIÓN BN HISPANOAMÉRICA
R. P. Louis WEiL
Peritus Sacrae Littirgiae, Seminano Episcopal del Caribe
El Anglicanismo es un misterio. Para aquellas personas que no forman parte del Anglicanismo, Ia unidad de dicha comunidad aparenta ser muy extraña, pues contiene dentro de su alcance diversos puntos de vista que existen solamente en comunidades cristianas separadas. De hecho, a veces se piensa que Ia unidad del Anglicanismo no es verdadera, sino que aparenta ser verdadera. Sin embargo, desde el interior, Ia situación es muy distinta. Aquellos de nosotros que somos Anglicanos, estamos, gracias a nuestras experiencias, conscientes del valor de Ia comprensión, y creemos que nuestra unidad es verdadera. Pero a veces nos preguntamos ¿cuál es nuestro signo externo de unidad? La respuesta más frecuente es que éste signo o fuerza que une a los Anglicanos es su Libro de Oración Común. En otras palabras, que Io que mantiene Ia unidad es Ia liturgia o Ia forma de adoración. Como liturgista, yo he llegado a Ia convicción, en esta época cuando Ia unidad litúrgica del Anglicanismo se está destruyendo, que esta unidad era meramente aparente. De hecho, nuestra unidad litúrgica solamente era una conformidad realizada por medio de una situación histórica bien definida. Todos nosotros, Católicos Romanos, Anglicanos y Protestantes, compartimos Ia experiencia de Ia Reforma y de Ia ContraReforma, y esta situación histórica ejerció un efecto profundo en todas las actitudes de Ia adoración. La evolución y el cambio son dimensiones inevitables de Ia adoración de Ia Iglesia. Es cierto que durante determinados
483
|