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La obesidad infantil se considera un problema de salud pública en la actualidad, a nivel mundial. La prevalencia continúa aumentado de forma considerable, perjudicando tanto a países desarrollados como en vías de desarrollo.La obesidad, es consecuencia de la interacción de factores ambientales, genéticos y conductuales, y es considerado u importante factor de riesgo para la salud y bienestar de la población infantil. Los cambios en la alimentación y el sedentarismo, se consideran los principales desencadenes del incremento de la obesidad infantil. Por ello, se enuncia que ésta es prevenible, llevando a cabo una vida saludable, mediante una alimentación sana y realizando ejercicio físico diariamente. Asimismo, es importante instruir a las familias, en especial a los padres, para que practiquen un estilo de vida saludable, mejorando la calidad de vida en su entorno familiar
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