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El Daño Cerebral Adquirido se considera un problema de salud pública por su elevada incidencia y prevalencia además de las importantes repercusiones vitales que conlleva para la propia persona y su entorno. Se considera una de las primeras causas de discapacidad en todas sus formas, ya que las lesiones pueden afectar a la capacidad motora, cognitiva y/o emocional. Todo esto hace que se considere una realidad potencialmente generadora de sufrimiento que desencadena procesos vitales
de aceptación. En este sentido, la Psicología Positiva ofrece herramientas y alternativas para apoyar ese proceso y favorecer una recuperación psicológica satisfactoria mediante la potenciación de procesos resilientes. En este trabajo se presenta una propuesta de intervención cuyo objetivo es la recuperación psicológica de pacientes con Daño Cerebral Adquirido a partir de la experimentación de emociones positivas e identificación de fortalezas personales.
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