|
Salmanticensis 51 (2004) 299-325
LA ORACIÓN DE PETICIÓN Y SÚPLICA EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
No pretendemos tratar exhaustivamente el tema, que requeriría una gran amplitud y estudio de los diferentes aspectos que incluye: bíblico, de tradición de Ia Iglesia, litúrgico, espiritual y pastoral. En todos estos aspectos se encuentran elementos preciosos para caer en Ia cuenta de Ia importancia y valor de esta oración. Son muchísimas las citas bíblicas del AT y NT que se refieren a Ia oración de petición; son significativos los textos de los Santos Padres relativos a esta forma de oración, innumerables son los testos de Ia Liturgia a Io largo de su historia de más de veinte siglos. Por citar algunos planos y aspectos en los que Ia "lex orandi" establece Ia "lengem credendi" para Ia Iglesia universal y que, da fe de Ia veracidad de esta oración, destacaré: Ia oración del Padrenuestro utilizada en Ia Eucaristía y Ia LH, los Salmos que Ia Iglesia recita cada día en el Oficio divino (muchos son de petición), Ia oración universal o de los fieles y las preces de Laudes y Vísperas, las peticiones de las Plegarias eucarísticas, Ia oración antiquísima por los difuntos, las Misas en diversas necesidades, las oraciones epiclésicas de los distintos Rituales, en las que se pide el don del Espíritu Santo sobre los dones de Ia Iglesia y las personas, etc. A elementos de todo este tipo acude el Catecismo de Ia Iglesia Católica (=CCE) para hablar de Ia oración y también de Ia Oración de petición. Es preciso reconocer que Ia oración de petición no es Ia forma de oración más desinteresada ni más "pura" por parte del cristiano o Ia comunidad. Pero eso no es razón para que no sea verdadera oración y quizás Ia más practicada por Ia mayoría de los orantes. Reconocemos también que comporta fallos y deficiencias, pero no por eso se justifica el desprestigiarla o laminarla. Por eso, el camino pastoral no es el presentar sus fallos y realizaciones incorrectas o
|