|
NOCION Y PROBLEMATICA DEL PECADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
FR. MAXIMILIANO GARCIA CORDERO
Todo el drama bíbMco gira en torno a Ia idea de «salvación» de Ia humanidad, canalizada a través de Ia comunidad del Pueblo de Ia Alianza, porque el hombre se halla necesitado de rehabilitación y redención. ¿Porqué? Justamente los compiladores de los relatos bíblicos cuando han madurado ya las ideas de un monoteísmo moral y universalista ponen como preludio a Ia historia accidentada del pueblo israelita —que comienza con Ia vocación de los patriarcas y Ia Alianza del Sinaí— Ia historia del hombre primero de Ia humanidad, cuyo primer acto consciente ante Ia disyuntiva de admitir las limitaciones de una ley superior divina, fue separarse de su Creador, buscando erróneamente Ia afirmación desorbitada de su personalidad. Todos los seres de Ia creación, en sus instintos, siguen una misteriosa ley de su naturaleza, que no es más que Ia expresión de Ia voluntad de Dios. Pero el hombre, al ser dotado de inteligencia y voluntad, tiene Ia capacidad de elegir, de seguir Ia norma superior divina o de apartarse de ella, buscando una autonomía, libre de toda limitación. El redactor «yahvista» del drama de Ia caída de Ia primera pareja humana es un profundo psicólogo que conoce Ia compleja naturaleza de ese ser que se halla en el punto de intersección entre Ia materia y el espíritu, con apetencias contrarias, y sometido a una doble polarización en Ia vida. La frase puesta en boca del espíritu tentador —«seréis como Elohim conocedores del bien y del mal» 1 — sintetiza bien Ia problemática del corazón humano siempre en ansias de superación y autonomía. La línea divisoria entre Io divino y Io humano está gráficamente expresada en Ia frase «co1. Gén. 3, 6.
|