|
ASPECTOS JURÍDICOS DE LA IGLESIA EN LA ENCICLICA «ECCLESIAM SUAM» DEL PAPA PAULO VI
por MARCELINO CABREROS DE ANTA
CONCILIO Y DERECHO
El carácter eminentemente ecumenista y pastoral del Concilio Vaticano II y, sobre todo, Ia exigencia misma de Ia realidad eclesial, han hecho que en el Concilio se contemple a Ia Iglesia bajo su aspecto más íntimo, más espiritual y elevado, en cuanto que es como una nueva encarnación de Cristo en cada uno de sus miembros y Ia continuación de su obra redentora. Como es lógico, se considera ante todo el fin espiritual y sobrenatural de Ia Iglesia, que es Ia santificación de todos sus hijos y de todos los hombres. Para Ia consecución de este fin se emplean preferentemente los medios más adecuados, que son los medios espirituales, a cuya ejecución están ordenadas directamente, en Ia Iglesia, Ia potestad de orden y Ia potestad de magisterio. Todo esto podría en absoluto darse sin que Ia constitución divina de Ia Iglesia tuviera una estructura externa propiamente jurídica; sin que Ia Iglesia estuviera organizada en forma de sociedad jerárquica y suprema; sin que estuviera dotada de poder jurisdiccional, con facultad de regir, de mandar, de juzgar, de ejecutar, imponiendo obligación moral o usando a veces de una coercición justa y conveniente. Pero nadie desconoce cuán difícil sería, por no decir moralmente imposible, que Ia Iglesia pudiese alcanzar plenamente su fin s:n una organización jurídica, acomodada a su doble naturaleza, y sin el ejercicio de su potestad jurisdiccional. Es manifiesto que Ia vida litúrgica, Ia administración de los sacramentos, el ejercicio del magisterio o de Ia palabra, las obras de piedad o de caridad, el recto desempeño de los oficios y, en una palabra, todas las acciones externas eclesiales, deben ser ordenadas y regidas efi7
|