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Los " Versus Isidori
!.—•OBSERVACIONES PREVIAS
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Vedi oltre fiammagiar l'ardente spiro d'Isiäoro '. Así saluda Dante en su Divina Comedia Ia figura venerable de San Isidoro de Sevilla. Con aquel mismo ardor, que el poeta de Florencia veía brotar de las páginas isidorianas, entregóse el más egregio padre de Ia Iglesia Española a saciar su espíritu en Ia doble fuente sagrada y profana -. El siglo vii de nuestra era no puede ofrecer a Ia historia de Ia cultura figura de mayor relieve. En medio de Ia general decadencia, en que se hallan los pueblos del mediterráneo, entre el silencio cultural que ha dejado a su paso Ia horda invasora del norte por las provincias del antiguo imperio, Ia obra de San fcidoro constituye el es1. Paraíso, 10, 130-131. 2. Sobre el estilo de San Isidoro, cf. G. MANciNi, Observasiont critiche sull'opera di Sant Isidoro di Siviglia, Studi di letteratura espagnola de Ia Facoltà de magisterio dell'Università di Roma, Quaderno V, Pisa, 1955. Kn más de una ocasión revela San Isidoro sus preocupaciones de artista, Cf. jACQUEs PoNTAiNE, Isidore de Seville et Ia culture classique dans l'Espagne wisigothique, Paris, 1959, pp. 704 ss. J. PEREZ DE URBEL, Las letras en Za época visigoda, en Historia de España, bajo Ia dirección de R. MENENOEZ PiDAL, ni, 1940, p. 410. El carácter literario de las obras ocupa Ia atención de San Isidoro en Orig. 2, 30, 17 :
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