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DiEci. XXVIII, n. 90 (1993) 27-40
EL ECUMENISMO ANTE EL RETO DE LA SOCIEDAD CIVIL
Las iglesias están llamadas a prestar una aportación que ayude a superar Ia división de los pueblos en el continente europeo, tal y como se dice en Ia Relación Final de Basilea' (54): «Una Europa, que resuelva sus propios problemas y dificultades, puede cumplir su responsabilidad para con otros países de manera tanto más eficaz» (56). La separación, que Ia Asamblea Ecuménica Europea tenía a Ia vista, era sin duda Ia barrera ideológica Este-Oeste, hecha patente en el muro de Berlín. Ahora, tras Ia caída del muro, parece que sobre Europa se ciernen divisiones aún mayores: en naciones y minorías étnicas, en ricos y pobres, obreros y parados, miembros de Ia CEE y estados de Ia EFTA, regiones con escasa infraestructura y centros de aglomeración industrializados, triunfalistas y humillados. La esperanza de que el Espíritu Santo mueva a Ia Iglesia y Ia conduzca a Ia «reconciliación, renovación y trasformación», como señala Ia Relación de Basilea en otra parte (4), ha dado paso a Ia resignación en muchos lugares. Un pensamiento y una actuación de tipo hegemónico se atreve a mostarse, donde hasta ahora Ia presión de Ia ideología dominante y el poder brutal de Ia opresión habían buscado y reforzado solidariamente Io común en Ia diversidad. Allí donde hay un nuevo reparto de las funciones del poder, piden también Ia
Traducción del original alemán por el Prof. Juan A. Martínez Camino SJ y el P. Santiago Madrigal SJ. Universidad Pontificia de Comillas (Madrid). 1 Cf. Relación Final (de Basilea): Konferenz Europäischer Kirchen [KEKl/Consejo de Conferencias Episcopales de Europa ICCEEI (ed.), Friden in Gerechtigkeit (Basilea y Zurich 1989) 65.
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