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EL BIEN DE LA PERSONA HUMANA Y SU RACIONALIDAD La Persona, Ser Llamado a Ia Libertad y Ia Felicidad
INTRODUCCIÓN El concepto de humanismo, el cultivo de Io propiamente humano, se ha ido tornando ambiguo y cada vez se vincula menos con el de ética. Cualquier tendencia con un lenguaje y unos tópicos "politicamente correctos" parece "humanista". Adoptando Ia confusión en nombre del pluralismo, se ha rebajado en exceso el humanismo. TaI confusión se ha sumado a Ia que padece el concepto de bien, debida a las falaces denuncias de "falacia naturalista" y al relativismo de moda. Confundidos y distanciados ambos conceptos, Ia persona humana queda disociada de su propio bien. Hoy, lamentablemente, se desdibujan el concepto unitario de persona humana, el de bien y el vínculo entre ambos. En consecuencia, el vínculo entre el humanismo y el bien de Ia persona, objeto de Ia ética, resulta a muchos cuestión escabrosa. Todo humanismo, aun aceptando cierta pluralidad del término, ha de girar en torno al bien de Ia persona humana, del ser humano en cuanto persona. Centrar el humanismo en el bien de Ia persona entraña dos aspectos: el asumir que Ia persona es el bien principal de Ia persona, que es fin en sí misma; y el buscar el máximo bien para Ia persona. El bien de Ia persona abarca Ia persona como bien y el bien para Ia persona. Conocer Ia verdad de Ia persona es ante todo conocer su bien. De ahí que, como veremos, antropología y ética sean disciplinas concéntricas. Nuestro estudio intenta esclarecer el sentido de una ética humanista en un marco de antropología humanista. Consistiendo Io humanista en el cultivo de Io propio del ser humano, que no es sino Io personal, nuestras ética y antropología humanistas no
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