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LOGICA Y MORAL: POSIBILIDADES Y LIMITACIONES Comentarios sobre Ia obra de Georg Henrik von Wriqht
En poco más de veinte años, Ia lógica deóntica ha conocido tal enorme desarrollo que pudiera pensarse, paralelamente, en igual volumen de logros satisfactorios. Albergo, no obstante, algunas dudas respecto a un posible balance tranquilizador; al menos, en cuanto a ética —concretamente— se refiere. La cantidad de trabajos y de líneas diversas por las que han discurrido las investigaciones en este campo después de aquel artículo —«Deontic Logic» de von Wright, en Mind— del año 1951, de obligada cita, es el principal elemento que nos hace desistir de intentar siquiera tal balance. El concepto de sanción introducido por Anderson en su intento por reducir Ia lógica deóntica a Ia lógica modal alética; Ia sustitución de tal concepto por el de violación, de Allen; Ia reelaboración de Rescher a partir del concepto de permisión condicional de von Wright; los intentos de construcción de una lógica deóntica utilizando el modelo de Ia teoría de los juegos, llevados a cabo por Apostel; los desarrollos de Ia lógica del cambio y de Ia teoría de Ia acción del mismo von Wright; Ia introducción de cuantificadores (Hintikka y KaIinowski); Ia lógica deóntica de clases desarrollada por García Maynez... son algunas de las líneas de investigación que muestran aquel desarrollo, como señala el profesor Rodríguez Marín en su reciente libro ', motiva dor, en buena parte, de estas reflexiones. Al participar en este número-homenaje al querido prof. Muñoz Delgado, de cuya mano me asomé al mundo de Ia lógica en mis años de estudiante, me ocuparé solamente de algunos temas que me llaman preferentemente Ia atención desde mi actual perspectiva de profesor de Etica. La cuestión desencadenante de toda mi preocupación por Ia lógica deóntica puede ser formulada, para ir directamente al grano, de esta sencilla manera: ¿Es, en realidad, aplicable esta lógica a los problemas morales? Ciertamente, no me planteo Ia pregunta con Ia preocupación de quien pretende extender los dominios de Ia lógica a nuevos tipos de discurso Ctal sería, como dice Blanché. el caso de von Wright), sino con Ia de quien se mueve en el terreno de Ia justificación racional del discurso y las decisiones prácticas, considerando Ia posibilidad de contar con un instrumento —Ia !ogica— que permita introducir un mayor rigor en tal discurso. Una posición, creo, más próxima a Ia de Kalinowski,
1 Rodríguez Marín (1978).
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