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La muerte inesperada en deportistas sanos, sin causa aparente que lo origine, ha generado un gran impacto social en la actualidad a nivel mundial.
Cabe destacar que, en función de la edad del paciente, las causas que pueden producir esta entidad clínica varían, por ello se clasifican en dos grupos diferenciados, señalando, por un lado, los sujetos menores de 35 años en los que la etiología principal son las enfermedades congénitas, fundamentalmente la miocardiopatía hipertrófica y los sujetos mayores de 35 años, cuya causa principal es la arterioesclerosis coronaria. Asimismo, el riesgo se eleva ante diversos factores como el asma, desarrollo de lipotimias, determinados hábitos dietéticos o tabáquicos y el consumo de drogas. Este suceso no puede predecirse, pero sí prevenirse, por ello es primordial diferenciar los cambios fisiológicos que sufre el corazón de atleta en contraposición con cualquier patológica cardiaca. Además, en esta misma línea, es fundamental destacar el papel de la enfermería deportiva, cuya intervención cobra especial importancia en la realización de la evaluación pre participativa realizada a los deportistas, educación para la salud en la población, haciendo especial hincapié en consejos dietéticos-nutricionales, así como, la formación y el entrenamiento a la población general en técnicas y maniobras de resucitación cardiopulmonar y manejo del desfibrilador externo automático o semiautomático, ya que la puesta en marcha de estas actuaciones de forma efectiva, será determinante para la supervivencia o no del individuo.
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