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La lectura es un proceso que la gran mayoría de las personas adquieren a edades tempranas. No obstante, un porcentaje elevado de la población sufre dificultades en la adquisición de la lecto-escritura, denominadas dislexia.
La habilidad lectora precisa de muchos procesos a seguir implicados en dos rutas de lectura: la ruta léxica y la ruta subléxica. Ambas rutas están formadas por diversos módulos encargados cada uno de una función. La dislexia evolutiva es común en ámbitos educativos y se pueden discernir varios tipos según la afectación de una ruta u otra. La dislexia de tipo fonológico que es la más frecuente y la dislexia de superficie. La etiología de la dislexia es muy diversa, con una importante carga genética y relacionándose con procesos cognitivos. Para realizar una intervención adecuada es necesaria una buena evaluación de los procesos lectores, la evaluación se basa en los siguientes aspectos: procesos perceptivos, cognitivos, la lectura propiamente dicha y aspectos socioemocionales. Una vez descartados problemas perceptivos y/o cognitivos que justifiquen las dificultades en la lectoescritura y analizados los resultados de las pruebas de evaluación, se diseña un plan de intervención individual y adaptado al paciente, teniendo en cuanta sus intereses y motivaciones para lograr una mayor participación y mejor calidad en la intervención.
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