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SUMMA > Biblioteca Digital > Revistas UPSA > Familia. Revista de Ciencias y Orientación Familiar > 2000, n.º 21 > Páginas 57-68. La soledad de las personas mayores
La soledad de las personas mayores
RODRÍGUEZ CARRAJO, Manuel
FAM 21 (2000) 57-68 La soledad de las personas mayores Universidad Pontificia de Salamanca Manuel Rodríguez Carrajo Definición de soledad Entre las varias acepciones que el Diccionario de la Real AcaEspañola da sobre la palabra soledad hay una que a nosotros especialmente nos interesa en este momento, y es aquella en que se la define como la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. La soledad involuntaria o no querida tiene lugar cuando a pesar de nuestros esfuerzos nos encontramos de pronto viviendo solos o notamos en nosotros el sentimiento de soledad. Sucede esto cuando, entre otros eventos, la muerte nos arrebata a algún ser querido, principalmente si se trata del consorte, o cuando nos fracasa un proyecto muy estimado por nosotros o nos sentimos decepcionados por la actitud negativa de alguien a quien considerábamos amigo nuestro. Cuando estas situaciones transitorias se convierten en un callejón sin salida y en una forma de vida permanente es cuando la soledad tiene efectos muy perniciosos para el bienestar personal demia La soledad y el sentimiento de soledad Una cosa es la soledad y otra muy distinta es el sentirse solo. El sentimiento de soledad es un estado psicológico mediante el cual una persona se siente aislada e incomunicada. Sentirse solo, dice Riera depende de circunstancias que poco tienen que ver con la forma de convivencia, aunque sí pueden reforzar estas tendencias si se vive solo y no se dispone de los recursos personales que faciliten la relación con el entorno. 1 J. M. Riera (1999), Mayores 2 J. M. Riera, o. c.. p. 196. de edad, Madrid, El País-Aguilar, p. 197 57
https://doi.org/10.36576/summa.28305
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