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LIBERALISMO CIENTIFICO Y PROGRESISMO TEOLOGICO
Seis años de polémica (1858-1864) entre los «Deutsche Theologen» y el Magisterio romano Entre los diversos valores de Ia cultura moderna que los teólogos centroeuropeos se esforzaron por integrar durante el siglo xix en el pensamiento católico, ninguno presentaba mayor actualidad que el contenido en Ia palabra libertad. No podía por menos de ser así. El «fenómeno liberal» que en sus múltiples manifestaciones caracteriza Ia fisonomía espiritual de Ia pasada centuria, fue una necesidad histórica y no pudo por menos de incidir sobre el campo de Ia teología católica. El problema presentaba una complejidad extrema. Porque no se trataba únicamente de una cuestión de metodología científica o de praxis eclesiástica discutida en el reducido ambiente de los teólogos. Se trataba de un aspecto más de Ia lucha entre dos mundos antagónicos que se disputaban el dominio de Ia política, de Ia cultura, de Ia religión... Por eso no es de extrañar que en esta lucha aparezcan aliadas, por una parte, las tendencias conservadoras, llámense absolutismo, neoescolasticismo, ultramontanismo... y, por otra, las progresistas, llámense liberalismo político, semiracionalismo, historicismo. Se trataba, como acabamos de decir, de diversos aspectos de Ia lucha de dos mundos antagónicos en Ia que las tendencias afines aparecían unidas a Ia hora de defender ideas o intereses comunes. Pero Ia palabra libertad encerraba una ambivalencia demasiado peligrosa para que pudiera ser integrada sin más en el patrimonio de Ia verdad católica. Y esto mayormente, cuanto que su opuesto, autoridad, representaba en el campo concreto de Ia ciencia, elementos tan claves en el Cristianismo como fe, magisterio, teología, revelación. Por eso, el contenido
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