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EL CONGRESO DE RELIGIOSOS
(NOTAS DE UN CANONISTA)
INTRODUCCIÓN "El Año Santo, que, sin mérito alguno nuestro, sino por el favor de Ia divina misericordia, ha sido más eficaz en beneficios que Io que auguraba Ia previsión humana, ha mostrado en admirable serie de acontecimientos cuánta es Ia fe y cuánta Ia 'fecundidad de vida de nuestra Madre Ia Iglesia de Cristo. Entre estos acontecimientos e iniciativas de especial gravedad e importancia figura vuestro Congreso y brilla vuestro grupo fraternal, al qué nos es grato saludar ahora con amorosas palabras. Porque por vez primera, y sin que las crónicas de Ia vida de Ia Iglesia recuerden que haya ocurrido así jamás, las corporaciones, cuyos miembros se proponen, como meta de su vida, Ia perfección evangélica, se han reunido en esas célebres sesiones que han tenido lugar los días pasados para deliberar sobre asuntos de utilidad común." Así decía Su Santidad el Papa el 8 de diciembre de 1950, al recibir en solemne audiencia de clausura de Congreso a los innumerables religiosos que a él habían acudido. Y tal encarecimiento de Ia importancia del Congreso y de las tareas realizadas respondían, en verdad, a una realidad insoslayable, por Ia que nos consideramos obligados a recoger en nuestras páginas algunos ecos de su celebración. No pretendemos dar un resumen del Congreso en su totalidad. Sería imposible. Ni aun reduciendo todo cuanto allí se dijo a sus líneas más esquemáticas. Tampoco tratamos de hacer una crítica que desbordaría nuestras posibilidades científicas y de experiencia. Ni mucho menos intentamos asignar carácter definitivo a estas notas. Reiteradamente advirtió el secretario de Ia Congregación de Religiosos que este carácter únicamente podría atribuirse a Io contenido en los volúmenes que para recoger las tareas del Congreso se proyectan. Intentamos únicamente presentar aquí Io que más pueda interesar a nuestros lectores desde un punto de vista canónico. Así Io han hecho las
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