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Las separaciones y divorcios están aumentando en España. Esto
pone en evidencia que cada vez son más las familias que sufren proble-
mas emocionales, afectivos, sociales, económicos, religiosos, judiciales,
etc., derivados de estas situaciones. Estos problemas y conflictos se acre-
cientan en las ocasiones en las que se producen desacuerdos e incumpli-
mientos de convenios reguladores, generando una guerra interminable
entre los cónyuges, en la que quedan atrapados los hijos, que en muchos
casos son utilizados por los progenitores como moneda de cambio, en
detrimento de uno u otro. Todo esto produce una carga inmensa de sufri-
miento en toda la familia, y especialmente en los hijos, que comprueban,
sin comprender qué está sucediendo, como su vida se transforma completamente, y este cambio les produce una gran tristeza y dolor
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