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Las redes sociales constituyen una nueva forma de relacionarse de la cual no se conoce profundamente el entramado de su funcionamiento y del alcance que poseen, puesto que es un medio que actualmente sigue evolucionando y actualizándose. Esta situación, hace especialmente vulnerable a los adolescentes, ya que constituyen su medio de interacción más habitual y suponen una serie de riesgos físicos y psicológicos que se hacen críticos en este periodo de edad, afectando en gran medida a su autoconcepto y a la interpretación de la realidad. Por ello, se hace relevante reflejar las relaciones que se dan entre estos conceptos y proponer un posible plan de actuación, que favorezca la concienciación y adquisición de estrategias, para reducir sus efectos.
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