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KANT Y SCHELER
O, mejor, “Scheler y Kant”, pues, evidentemente, cuando en pleno verano de 1874 vio la luz Scheler en la riente capital del reino de Baviera hacía ya setenta años que el viejo pensador de Königsberg había cerrado sus ojos en un gélido invierno de esa adusta ciudad de la Prusia oriental, casi a orillas del Báltico. Pero su pensamiento no había muerto con él; en esos setenta años había servido primero de acicate al grandioso y veloz desarrollo de las filosofías del llamado idealismo alemán, había pasado luego a ser denostado y arrumbado por el cientificismo y el materialismo de mediados de siglo, y, finalmente, empezaba a ser restaurado y reinterpretado en los círculos neokantianos de Marburgo y de Baden, para pronto cobrar nueva y amplia vigencia en la Alemania de los últimos lustros del siglo XIX. Con algunos matices, puede decirse que la de Kant fue la primera filosofía a la que se sintió próximo Scheler antes de toparse con la naciente fenomenología de Husserl. Él mismo lo relataba así veinte años después en un escrito suyo titulado La Filosofía Alemana del Presente: “Cuando, en el año 1901, el autor conoció por primera vez personalmente a Husserl en una sociedad que H. Vaihinger había fundado en Halle para los colaboradores de los ‘Kant-Studien’, se produjo una conversación filosófica que tuvo como tema el concepto de intuición y de percepción. El autor, insatisfecho de la filosofía kantiana, a la que había estado próximo hasta entonces —der er bis dahin nahestand, dice en alemán— (precisamente por esa razón había retirado ya de las prensas una obra medio impresa sobre lógica), había llegado a la convicción de que el contenido de lo dado originariamente a nuestra intuición es mucho más rico que aquello que se abarca de ese contenido mediante procesos sensibles, sus derivados genéticos y sus formas de unidad lógicas. Cuando expresó esa opinión ante Husserl y dijo que veía en esa evidencia un nuevo principio fructífero para la construcción de la filosofía teorética, Husserl repuso al punto que él también había propuesto, en su nueva obra sobre lógica de inmediata aparición, una ampliación análoga del
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