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crítica de libros
Guillermo de Ockham, Summa de lógica, Segunda parte y Tercera parte (I y II), Edición bilingüe y traducción del francés por Cipriano Sevillano, Introducción y notas de Joël Biard (Madrid, edicionpersonal@edicionpersonal.com, 2011, 2012) XXII + 128, XVIII + 242, XXVI + 272 pp.
El tema del lenguaje ocupa un puesto central en Ockham. No se le puede entender sin tener en cuenta su análisis del razonamiento en todos sus elementos y articulaciones. Ciertamente, en su base está el Organon de Aristóteles, pero interpretado de un modo nominalista, con un nominalismo peculiar. Los signos verbales y conceptuales se refieren a las cosas existentes, en su realidad singular. Quizás la obra que nos permite captar mejor su concepción del papel del lenguaje en filosofía y teología es su Summa logicae. Por eso merece un especial reconocimiento el extraordinario esfuerzo que ha realizado Cipriano Sevillano para ofrecernos toda esta obra en edición bilingüe. La traducción española se ha efectuado a partir de la traducción francesa, pero constituye una buena ayuda para los que tienen dificultad para entender el original latino. En el año 2010, publicó la primer parte; en el 2011, la segunda; y en el 2012, los dos volúmenes de la tercera. Recordamos que la Summa Logicae o Summa totius Logicae es una de las obras principales de Guillermo de Ockham, escrita entre 1324-28, poco antes de iniciar la segunda etapa de su vida con su huida de Avignon a la corte del emperador Luis de Baviera, donde se hará defensor de la autonomía del poder temporal frente al poder espiritual. Contiene un Prólogo de su fiel discípulo y admirador Adam Woodham, una carta introductoria de Ockham y tres partes: I) Sobre los términos (De terminis); II) Sobre las proposiciones (De propositionibus); y III) Sobre el silogismo en general (De syllogismo simpliciter), Sobre el silogismo demostrativo (De syllogismo demonstrativo), Sobre las consecuencias (De consequentiis) y Sobre las falacias (De fallaciis). En el Prólogo se nos dice que entre los que han tratado de facilitar el acceso a la lógica de Aristóteles destaca “el venerable doctor hermano Guillermo, inglés de nación, perteneciente a la orden de los frailes Menores, y sublime por la perspicacia de su ingenio y por la verdad de su doctrina”. En la carta introductoria, después de reconocer la dificultad del objetivo que se propone, al querer abarcar en su obra toda la problemática de las obras lógicas de Aristóteles, Ockham manifiesta su convicción de que la lógica es “el instrumento más apto de todas las artes, sin la cual ninguna ciencia puede saberse perfectamente (omnium artium aptissimum instrumentum, sine qua nulla scientia perfecte sciri potest)”. Sólo voy a aludir aquí brevemente al contenido de la segunda y de la tercera parte, presuponiendo que los razonamientos, por medio de las proposiciones, se componen en su base de términos. La segunda parte nos sitúa en el corazón de la lógica, considerada como ciencia de lo verdadero y de lo falso, es decir, tal como la concebían los medievales. Pues también para Ockham la primera utilidad de la lógica es la de discernir entre lo verdadero y lo falso. Su tema central son las proposiciones: los diferentes tipos, las condiciones de verdad y las
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